"Pedazitos" de vuelta (IV)
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Esta noche es 22 de abril y lo digo porque en poco más de media hora ya se podrá decir que tengo los 28 recién cumplidos. Lo digo porque en 1994, el 22 de abril también cayó en viernes y bien sabe mi amiga Rakel Mendioroz lo que me gustan a mí estas tontunas.
Y me gustan porque conscientemente solo tengo tres recuerdos de viernes 22 de abril; un Viernes Santo, el día en el que publiqué el tercer Hablemos de… (sobre la misma Rakel) y este, que no sabéis la ilusión que me hace que vuelvan a hablar sobre mi.
Hoy,
y a falta del TEVDA
del próximo viernes, a los mandos (y como pre- telonera del 300) la
persona que estuvo conmigo en el 200: Amaia González de Echávarri.
Cuando hoy veas este email no te vas a poder creer que por fin haya escrito esto que llevas tanto tiempo pidiéndome (o puede que sí, porque algo te he dejado caer en un WhatsApp esta mañana…).
Empezamos:
Jose y yo nos conocimos en clase de inglés en la universidad, en el único grupo que juntaba a magisterio de euskera y castellano, aunque recuerdo que igualmente solíamos sentarnos en dos grupos diferenciados, Jose junto a la ventana y yo en el lado de la pared. Lo siguiente que recuerdo fue una petición muy peculiar de amistad en Facebook, pues al abrirla encontré dentro una foto de un grupo de jóvenes como de los años 70 entre los que reconocí a mi padre. ¿QUÉÉÉÉ? Aquello me descolocó más de lo que os podéis imaginar, así que corrí a enseñárselo a mi padre. Él sin sorprenderse miró la foto con nostalgia y suspiró “Ayy, mi antigua cuadrilla”. De verdad que yo no entendía nada, y supongo que quien esté leyendo esto tampoco. Procedo a aclararlo:
¡Resulta que mi padre y la madre de Jose habían sido muy buenos amigos en la juventud y que todavía mantenían el contacto! Pero la pregunta es... ¿Cómo Jose me relacionó con mi padre únicamente con verme en una clase semanal de inglés? Muy sencillo, por mis apellidos... alaveses y compuestos no son comunes en tierras navarras, así que enseguida relacionó a mi padre con su hija. Desde este momento fuimos viéndonos más y la amistad fue creciendo. Jose me habló de su proyecto “Tras el valle de Aranaz” y yo me hice asidua a leerlo todos los viernes. De vez en cuando quedábamos para tomar algo y hablar de nuestras andanzas por los coles como docentes primerizos, descubrimos que tenemos más cosas en común que la pasión por las aulas, porque también nos gustan las mismas series de Netflix, en especial “You”…
En una de estas quedadas, comiendo patatas rancheras si mal no recuerdo, Jose me propuso participar en el programa 200 del TEVDA. ¡No me lo pensé ni dos veces! Grabamos un vídeo de lo más divertido intercalando preguntas con juegos (qué paliza te di a la “pista musical”) y con felicitaciones por parte de otros seguidores y seguidoras del blog. Cuando por fin se estrenó el capítulo 200 yo estaba en Londres y acababa de mudarme a una habitación minúscula. Recuerdo que invité a una amiga a casa, nos hicimos palomitas y vimos el programa tapadas con las mantas y yo sintiéndome una estrella de cine.
Entre tanto Jose no paraba de recordarme que ahora era mi turno de escribir algo para él, y yo reconozco que no encontraba el momento. Pero qué mejor momento que felicitarte por tu programa 300... Muchas felicidades amigo mío, espero que tengamos “Tras el valle” por muchos años más.
Un abrazo; de tu amiga. Amaia.
Poco más hay que añadir. Que estoy muy orgulloso de que formes parte de mi vida.
Bueno… y lo de siempre: que tras cuatro especiales publicados y otro en el horno me gustaría leer lo que Aitziber Leoz, Laura Antón, María Romero, Manuel Owono, Rakel Mendioroz, Iker Ibero, Mikel Martínez, Íñigo Urtiaga, Laura Samayoa, Iñaki Aranaz, María Gárate, Ana Oategui y Rosalía Sotés puedan decir sobre mi. De veras.
Volvemos el viernes que viene con la contracrónica de todo lo que ha dado de sí el día de hoy.
¡Muy feliz fin de semana familia! Gabon.
Amaia González de Echávarri (@amaia_glezdeechavarri) y Joseju Aranaz (@jjaranaz94)
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