"Pedazitos" de mi (X) - Convivencias (I)
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¡Pásalo bien!
Joseju Aranaz (@jjaranaz94)
No
tengo intención de ponerme profundo y reflexivo de más, pero no sé
si voy a conseguirlo.
Acabamos
de despedirnos tras haber pasado 24 horas juntos. 25 para ser
exactos, que este fin de semana ha sido el del cambio de hora y a las
03.00h hemos tenido que retrasar el reloj a las 02.00h. Que nosotros
hiciéramos el cambio a las 23.00h de la noche después de cenar,
poco tiene que ver. Es 27 de octubre.
Hemos
estado en Orísoain, y no tengo ni la más mínima idea de como voy a
resumir estas 24 horas. Y quizás “resumir” no sea la palabra
correcta porque la intención de hoy no es la de contaros si anoche
cenamos hamburguesas con patatas fritas o si esta mañana hemos
desayunado café con tostadas. Ni siquiera deciros que ayer por la
tarde estuvimos jugando a cartas antes de cenar.
Mi
objetivo es contar todo lo que me ha transmitido este pueblo de la
Valdorba entre las 12.00h de ayer y las 12.00h de esta mañana. Y
quizás ni eso si quiera. Porque más que el pueblo, quisiera
reflejar todo lo que me han trasmitido Raquel, Laura, Iñaki, Koldo y
mi hermano. Espuelas, Samayoa, Blanco, Esteban y Aranaz
respectivamente.
No
sé si habré conseguido titular esto como la décima entrega dentro
de los PedaZitos de mí, porque no sé sí voy a lograr hacer
referencia a todo lo que me han trasmitido estos cinco compañeros y
amigos. Y no porque no me vea capaz, sino porque tengo tantas cosas
en la cabeza que no sé ni como empezar a plasmarlas ante el abismo
del folio en blanco.
Han
sido una mañana y una tarde (aunque en orden inverso) para
reflexionar, para conectarse con uno mismo- y con el resto-, para
filosofar más de la cuenta, para preguntarnos por cosas como si
fuéramos a arreglar el mundo en una noche con lo que nos preocupa (a
cada cual en su burbuja imaginaria, pero como si hubiera una burbuja
común en la que estábamos todos). Para preguntarnos si el destino
de cada uno de nosotros estará escrito en las estrellas (fugaces,
sin duda alguna) y si eso fuera así si estaría en nuestras manos (a
la hora del Padre Nuestro, tampoco dudéis de esto) cambiarlo.
Y
si no habéis pasado estas horas con nosotros, no os preocupéis si
no habéis entendido todo.
Y
como no tengo ni la más mínima idea de como empezar, lo voy a hacer
dándoos las gracias. A todos y a cada uno de vosotros. Por haberme
dado la capacidad de hablar de cosas que jamás me había planteado y
que nunca hubiera pensado hablar con ninguno (a veces hablando de más
“gracias a” Blanco, a mi hermano y a Laura, pero bueno...).
Gracias
a Blanco por todos los momentos de risa compartidos, porque aunque
haya sido una convivencia dirigida a la reflexión también ha habido
ocasión para reírnos, para discrepar en algún punto (matices que
no se pueden explicar por escrito) y para abrazarnos como si nos
conociéramos de toda la vida, tras haber compartido tan solo unas
pocas palabras antes de estar en Orísoain. ¡Gracias también por la
patatas por cierto!
A
mi hermano, gracias por haber querido compartir esta experiencia
conmigo y con el resto de los “adolescentes” del grupo. Y digo
“adolescentes” porque según dijo la radio, hará unos días, la
juventud llega pasados los 29 años y 3 meses de vida, y de momento
solo Koldo ha llegado a esa juventud que podríamos llamar
“científica”. Bien sabes todo lo que significas para mi. Te lo
dije en su día (podéis releerlo pinchando aquí) y tampoco es
cuestión de repetirme.
En
el día de hoy la figura de Koldo me gustaría dejarla a un lado, ya
que supongo que habrá ocasión de escribir sobre él más adelante
(¿quizás junto a Tita Ana y Rosalía?) y me gustaría centrarme un
poquito más en Raquel y en Laura, de las que en un principio tenía
la intención de escribir un "espeZial" de estos.
Raquel
siempre me dice que soy tan sincero que digo todo lo que se me pasa
por cabeza, que no tengo filtro y esta noche no te voy a decir que no
sea verdad. Tampoco te voy a decir que no sea mentira (y reflexiona
si quieres sobre esto, porque tiene su miga) pero supongo que todo el
mundo (¡hasta yo!) tiene cosas que se guarda para sí mismo y que no
las dice por diferentes motivos en los cuales no me gustaría indagar
en este momento más de la cuenta.
Y
quizás esta teoría la desmonte con algo que no te dije en octubre
de 2018 Raquel, pero lo voy a contar. Para que la gente vea
mi filtro.
El
grupo de “jovenes”- lo formamos las personas que hemos nombrado
anteriormente junto a Pedro Doria- lo pusimos en marcha el año
pasado por estas fechas. Raquel y yo éramos “los nuevos” y cuando
la amiga me dio dos besos, me sorprendió que me dijera algo como
“¡Hombre Jose Julio! ¿Qué tal?”. Yo contesté con un escueto
“Bien”, porque en ese momento me quede cortado pensado “¿Esta
chica de qué me conoce?”.
Te
lo digo a través de estas líneas porque supongo que me dará corte
decírtelo a la cara, pero hasta pasadas unas horas no tuve la más
mínima idea de quién era la chica que tenía sentada al lado. Por
qué no me sonaba tu cara (cosa inexplicable también) y por qué tú
sabías de mi cuando yo no sabía (supuestamente) nada de ti.
¿Pero
por qué digo “supuestamente”? En fin… Que la semana que viene-
o dentro de unos viernes...- más. Continuará.
¡Muy
feliz fin de semana familia!
Joseju Aranaz (@jjaranaz94)
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