Tras el valle de Aranaz

Espero que no seas el único Manuel , porque me gustaría hacer un especial de la mano de Eñaut Adasoro, Iker Ibero, Mikel Martinez e Íñigo Urtiaga pero no se sabe cuando llegará. Corría el 6 de octubre de 2017 cuando en el TEVDA un servidor anunciaba que le gustaría hacer un especial con los nombrados anteriormente, y a pesar de que hayan pasado más de tres años desde aquel anuncio, el especial llega hoy. De la última quedada, foto horrible incluida junto a estas líneas, a penas han pasado cinco meses, pero puestos a sacar punta seguro que lo hacen. Nadie como ellos… En la foto falta Iker Ibero, que no sé qué es lo que tendría que hacer aquel día navideño, pero mis palabras en “El grupo del cambio” de WhatsApp prefiero no reproducirlas. Muchos han sido los nombres propuestos para este 224º programa- “Decepción tras decepción”, “LOL”, “¡Esa peña ahí!”, “Con mucho cuidado”, “Una excelente compañía”… y un largo etcétera con alguno irreproducible- pero finalmente he optado por l

Todo pasa. Ese consejo que tantas veces he dado hoy vuelve a mi. Todo pasa, me repito una y otra vez. En un año- me digo- te sentarás en este mismo lugar y te darás cuenta de que, eso que parecía que jamás pasaría pasó. Pero hay veces en las que el desconsuelo es tan grande, que no hay forma de escuchar, ni a nosotros mismos ni a los demás. La cuestión es que no sé si me creo al 100% lo que os he dicho en el párrafo anterior. Soy capaz de verme el año pasado por estas mismas fechas frente a unas líneas parecidas a las de esta noche, pero todo era distinto. Tenía el deber de levantarme cada día antes de las 07.00h y no sabéis lo que lo echo de menos. De ir cada mañana al colegio, de tener la posibilidad de tomarte el café con los compañeros en el bar de al lado del cole, de conversar con mis alumnos sobre lo que fuera… Por entonces, aún no me creía que todo eso estuviera sucediendo. Hace tiempo, buscando inspiración en la red, leí que no hay nada en el mundo que dé más miedo que

El día en el que Christian Gálvez se despidió de Pasapalabra lo hizo en El tirón con muchos de los grandes concursantes que habían pasado por su programa anteriormente, y precisamente el miércoles por la noche dos de esos concursantes que se despidieron del Pasapalabra de Gálvez en la última franja de Sálvame bajo el nombre de otro programa, le dieron- por así decirlo- la bienvenida a Roberto Leal al regreso de “el concurso”. Se suele decir que los programas son de la audiencia, sea quien sea que los presente, y es por eso que no me gusta decir “el programa de tal” o “el concurso de cual” ya que los formatos son de la gente que los consume y que a base de verlos los hace suyos. Y es por eso que este “nuevo cambio” nos va a volver a costar. El día que en el TEVDA nos despedimos de Pasapalabra (puedes recordarlo pinchando aquí ), dije que el cambio al Boom! de Juanra Bonet nos estaba costando. Pero tras siete meses viendo a Los dispersos- y las reposiciones de Los lobos-,

Sabéis que soy docente de Primaria. Mi trayectoria en las aulas no es larga. Pero como todos, vivo el confinamiento de estas semanas en casa y procuro teletrabajar con mis alumnos y sus familias. Sin embargo, me acompañan permanentemente un desasosiego y un malestar de los que no puedo librarme.   Y pienso, recuerdo, evoco... Y llegan a mi cabeza tantas clases…   Vienen hasta mí alumnos brillantes, rápidos, ágiles de los que pillan la explicación antes de que la termines y quieren más enseguida. Viene también el desvalido, en cuyos ojillos temerosos notas que no lo ha pillado “ni de coña”. Viene el independiente que estaba felizmente interesado en algo que nada tiene que ver con tu propuesta. Viene el lento que todavía no ha sacado el cuaderno y el perfeccionista que todavía no ha terminado de afilar adecuadamente el lápiz. Y el nervioso, el inseguro, el graciosete…   Y con esos mimbres tejemos los docentes nuestro día a día. Y, a veces, con más frecuencia de lo que alguno