Tras el valle de Aranaz

  Ha sido un viernes instensito, sí. Y no por haber estado media tarde haciendo cola para comprar unos boletos en la Tómbola de Cáritas, que ha vuelto al Paseo de Sarasate tras el impás del año pasado. Tenía mono, pero me ha sido imposible. Acabo de terminar tres de las cuatro partes de las que consta el examen para obtener el C2 de inglés y tras estar desde las 15.15h en la UPNA estoy gratamente sorprendido ya que me ha salido mejor de lo que me esperaba. He tenido que comer antes que de costumbre y tras beberme un café para no morirme de sueño hasta las 20.45h, he salido para la uni, la cual no recuerdo cuándo fue la última vez que la pisé. La cuestión es que, por motivos que ahora mismo no vienen al caso, llevo varias semanas- cuatro para ser exactos- comiendo en casa de mi abuela y llevo ganados dos kilos, que si hubiera comido en casa es muy probable que no hubiera cogido. “¡Falta te hacían, que estás muy flaco!” me dirán algunos, y es en estos momentos cuando me surge la si

  27 años de Carpa Universitaria han dado para atesorar muchas anécdotas personales y unas cuantas curiosidades históricas del evento. ¿Sabías que una edición duró cinco días y fue José María García? ¿Recuerdas las ‘carpas pequeñas’? ¿Y las goteras de sudor que caían del techo? Hoy repasamos la historia de la fiesta favorita de los estudiantes navarros -por detrás de los Sanfermines , obvio-, que no sabemos a ciencia cierta, cuando, pero seguro que volverá. El último artículo que escribí sobre la Carpa fue a finales de 2018 y en aquel momento prometí que para el último análisis haría algo especial. Ya han pasado casi tres años desde entonces, y a día de hoy- a pesar de que las vacunas van llegando- no parece que al menos este año vaya a volver a celebrarse un evento de tal calibre. A eso, habría que sumarle que ya no nos queda nada de universitarios (algún máster o cursillo de vez en cuando, pero poco más…) y que ya somos muy mayores- por mucho que digan...- para pasar por veinteañe

  Con un 19,5% de share y ante más de 2,6 millones de espectadores Los p aco s volvieron líderes a Antena 3 el lunes por la noche 10 años después de su final. Paco Tous, Pepón Nieto y Hugo Silva se ganaron el cariño de la audiencia hace más de una década con todas sus misiones (inverosímiles y divertidas a partes iguales) que, al final, siempre lograban resolver. Consiguieron ser casi miembros de las familias que semanalmente conectaban para ver todas las andanzas de la patrulla más ¿inverosímil? de la comisaría de San Antonio y el público agradeció su regreso. La vuelta generaba ilusión, interés por cómo habían evolucionado los protagonistas a lo largo de estos 10 años, qué había sido de ellos y eran razones más que suficientes para que muy pocos se perdieran el estreno. La serié logró una elipsis coherente con el paso del tiempo y desveló cosas que la audiencia quería saber. Vimos a una patrulla más madura, en la que Ika (sobrina de Paco) había pasado a sustituir a un Lucas

  El Partido Popular volverá a gobernar la Comunidad de Madrid durante los próximos dos años. El martes hubo elecciones e Isabel Díaz Ayuso se alzó con una victoria que todo el mundo (a excepción del CIS de Tezanos) daba por hecha. 65 escaños, doblando (más cinco) los 30 que obtuvo en 2019 y superando a todo el bloque de la izquierda junta (Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos), teniendo una diferencia de 41 escaños con respecto a Más Madrid. ¿A Más Madrid? Efectivamente, porque hubo sorpasso del partido de Íñigo Errejón al de Pedro Sánchez. Mónica García, tras una fantástica campaña, superó en votos a un abatido (triste, soso y formal) Ángel Gabilondo que tuvo que ver que a pesar de obtener también 24 escaños, su partido fue uno de los perdedores de la noche. Y tuvo que salir a dar la cara en la soledad de un hotel (no en Ferraz), ya que Pedro Sánchez (tras haber estado presente durante toda la campaña) no estuvo junto a él. Pero Gabilondo no fue el único perdedor, ya que a pesar d