Tras el valle de Aranaz

Ha pasado mucho tiempo. Y no me refiero solo al último día en el que publiqué el octavo especial desde la Ciudad Eterna, sino que también me refiero que ha pasado mucho tiempo desde el día que dej é de escribir sobre Roma. Empecé a preparar los especiales en junio de 2016 y el primero no lo publiqué hasta noviembre de ese mismo año . Estamos ya terminando septiembre y el pasado día 12 cumplimos tres años de emisiones viernes tras viernes. Pero vamos a retomar el último especial donde os contaba como había sido mi viaje en solitario de Pamplona/ Iruña a Madrid, y de la capital de España a Roma. Hemos recordado esta semana pasada el viaje, hasta yo lo he tenido que volver a leer para saber el punto en el que tenía que retomar el escribir, pero si hay algún que otro rezagado- seréis pocos- podéis leerlo antes de adentraros en este pinchando aquí. Me despedía diciendo que justo acabábamos de aterrizar en Roma y es que aún queda lo peor. Hoy voy a citar a todos los que estu

Crecimos por sus calles donde, año tras año, huíamos de la ciudad para encontrarnos con la mejor versión de nosotros mismos, más libres, más ávidos de aventuras, más nuestros. Las vacaciones significaban pueblo y, con él, noches sin hora de vuelta a casa, carreras en bicicleta, tardes de plaza y cartas, nuevos amigos. Desde pequeños se tejen amistades que, tan sólo unos días al año, se hacen invencibles. Normalmente se estampan en una camiseta con el nombre de una peña, aquella en la que pruebas el primer chupito de alcohol o la primera calada, donde creces a base de experiencias. Y aquellos días de fiesta te recuerdan a lo que nos canta la Fuga, al fin y al cabo, vives más de noche que de día. Olvidas la televisión, la cobertura, la batería y otras tantas cosas que creías imprescindibles. Los domingos se vuelven especiales, cuando te pones tus mejores galas y, después de misa para algunos, todo el pueblo se reúne en el bar, que se vuelve un jolgorio de gritos, risas, y pre

Acabamos de celebrar el cumpleaños de mi hermano Iñaki. Un día más tarde de lo que correspondía pero ha sido por mi culpa- en parte- así que no me puedo quejar. No hace ni 5 minutos que se han ido todos, y faltan 2 minutos para que den las 23.00h de la noche. Si os digo la verdad tengo esa sensación que se me queda cada 25 de diciembre, por Navidad cuando nos juntamos toda la familia a comer. Esa sensación de que a las 16.00h de la tarde aún estás con el cordero y que parece que nunca va a llegar el momento de empezar a jugar al mus en una mesa y al chin chon en la otra. Que tras ello va a llegar el Party & Co para echarnos unas risas y que tras jugar un rato al Password va a llegar el momento del interminable Monopoly. Pero al final todo llega y todo pasa. Hoy hemos estado cenando, pero la sensación ha sido la misma. El último examen hecho por la mañana y una sobremesa como si hubiéramos estado comiendo alargada hasta poco antes de la media noche en la que hemos cambiado los ju

Disfruta ya en la 107ª entrega de Tras el valle de Aranaz la segunda y última parte de las pasadas fiestas de Barásoain. Hoy emitimos los actos mayoritarios del día del fin de semana y del lunes incluída, por primera vez, la divertida y original noche de disfraces barasoaindarras. Todo a un solo click, y si el vídeo no se carga pincha aquí y ve directamente al video en YouTube.

Disfruta ya en la 106ª entrega de Tras el valle de Aranaz la primera parte de las pasadas fiestas de Barásoain. Hoy emitimos los actos mayoritarios del día del cohete, del día del patrón San Bartolomé, del día de la juventud y mucho más. Todo a un solo click aquí:  

            Parecía que era ayer cuando despedíamos la quinta temporada desde Senegal , pero también parecía que el verano iba a durar una eternidad, pero ya veis es 1 de septiembre y ya estamos de vuelta. No podía esperar hasta el día 8 para volver a reencontrarme con vosotros, asique aquí estamos. Con más de 100 programas a nuestras espaldas cualquiera diría que me cuesta escribir, pero es así. Uno no está igual de inspirado todos los días y se podría decir que esta noche me pasa algo parecido. Está claro que la desidia del verano puede conmigo y aunque haya tenido que estudiar (aún me quedan unos pocos días) nunca veía la hora de irme a la cama (en fiestas sobre todo) y casi todos los días se me pegaban las sábanas a la hora de levantarme. Total, que entre acostarme tarde y levantarme más tarde aún, las horas de estudio programas de 10,00h a 13,00h de la mañana me cundían más de madrugada.             Se podría decir que no ha sido un verano normal, pero ni para mí ni para