Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2020

Una ventana a la esperanza

Imagen
Tenemos que tomarnos la cuarentena con calma, hay gente que se está volviendo realmente loca al estar encerrada. Justo lo estaba comentando hace un rato con el microondas y la tostadora mientras me tomaba un café, y los tres estábamos de acuerdo. Tan pronto me da por trasnochar (como el viernes pasado), que por madrugar (como hoy) y me he levantado a las 08,00h y aquí me encuentro, con ese dilema del primer párrafo. Con quien ya no me hablo es con la lavadora, que a todo le da vueltas, y aunque sea un poco exagerado los días nos empiezan a pasar factura. Llevamos 13 días- que se dice pronto- confinados y todo apunta a que hasta el 12 de abril- Domingo de Resurrección-, como pronto, no podremos hacer un amago de volver a la calle. Y decimos “como pronto” porque sinceramente pienso que no va a ser así. Los maestros no volveremos- si volvemos- al colegio hasta el día 20, pero mucho me temo que pasará el 22 con recién cumplidos los 26 años y seguiremos encerrados en nuestros hogar

Quédate en casa

Imagen
Por ti. Por todos. Por favor. Ya sé que la semana pasada me despedí diciéndoos que hoy haríamos puente por haber sido ayer el día del padre, pero creo que la actualidad no nos permitiría tomarnos un descanso. Ya habrá tiempo más adelante para que un viernes nos tomemos un respiro “por que sí”, pero hoy no lo veía de recibo. Llevamos seis días encerrados en casa; sin salir, y para cinco minutos que podemos evadirnos- en cierto modo- de todo esto, no voy a ser yo quien os prive de ello. Para mi acaban de dar las 00.20h de la noche del miércoles al jueves y mi hermano Iñaki y yo acabamos de terminar de ver la tercera y última temporada de Élite . Nos ha dejado un poco indiferentes, porque aunque nos haya gustado tampoco es que podamos decir lo mismo que cuando terminaron El internado o El Príncipe . Han sido tres intensas temporadas llenas de crímenes, acción (de todos los tipos) y giros inesperados, pero nada es comparable. Ha terminado. Pues ya llegará otra. A día de h

Convivencias (¿y? IV)

Imagen
Decía hace exactamente hoy 14 días que aunque no hubiéramos llevado nada no hubiéramos pasado hambre porque la casa estaba llena de víveres para sobrevivir más de una semana sin ningún problema- casi, justamente, lo contrario que pasa ahora mismo en los supermercados por el coronavirus, que por no haber no queda ni papel higiénico-. Pero así de exagerados somos, que la mitad de cosas las hemos tenido que dejar allá porque eran no perecederas, y la otra mitad nos las hemos llevado a casa: la leche entera para hacer croquetas, las natillas para ahorrarle trabajo a una madre que las suele hacer muy asiduamente, las salchichas que uno se las puede comer tanto fritas como crudas… Qué os vamos a contar que no sepáis. Antes de empezar con este cuarto especial- que no me explico de donde estoy sacando tantas cosas de 24 horas convividas- me gustaría comentaros una cosa que yo no la veo muy normal, pero allá vosotros… La cuestión es que el primer especial justamente superó los 200 segu

La felicidad era esto

Imagen
Tengo los ojos llorosos y alguno de mis alumnos me lo ha notado. Me han preguntado si estaba bien, me han dado un abrazo y me han animado a seguir hacia adelante. “Tienes madera para esto- para ser maestro- y todo empieza cuando te lo creas” me viene ahora la frase que me dijo uno de los padres de una de mis alumnas del año pasado. Nunca es fácil entrar a una clase que durante un tiempo indeterminado va a ser tu aula y compartir con tus alumnos de 10 y 11 años seis horas cinco días a la semana. Llevo trabajando en el Colegio Público Erreniega de Zizur Mayor desde el pasado 28 de enero y realmente, como digo en el título, soy feliz. Es cierto que hay cosas que me desesperan, pero sentir eso de sentarte encima de tu mesa cada lunes, que los alumnos te cuenten lo que han hecho durante el fin de semana y que veamos el resumen del partido jugado por Osasuna el sábado o domingo anterior compensa todo. Es uno de lo momentos que yo, personalmente, más disfruto y pienso que a mis niñ