Tras el valle de Aranaz

  La he echado en falta durante el viaje de vuelta, no os lo voy a negar. Un viaje de vuelta en el que, entre sueño y sueño, resuenan las palabras que hace tan solo unas horas nos ha dicho el Papa Francisco. Eso de que la alegría es misionera, pero que no es para uno, sino para llevársela a alguien. Y nosotros, que hemos ido a buscar el mensaje de Cristo, a buscar el sentido de la vida, tenemos el deber (no querría utilizar la palabra “obligación”) de, como digo, llevárselo a los demás. De contagiar esa alegría. Esa alegría también ha sido algo que hemos podido recibir con anterioridad. Hay personas que nos han preparado para recibirla. Si miramos hacia atrás todos tendremos un rayo de luz para la vida: padres, abuelos, amigos, sacerdotes, maestros, catequistas… Ellos son las raíces de nuestra alegría. Y es esa alegría, precisamente, la que yo en particular, y humildemente, voy a intentar transmitir a lo largo de los viernes que me sienta lo suficiente capaz para contar mi experien

               Los maestros tenemos las vacaciones fijadas y no podemos elegir, pero hay muchas personas que escogen septiembre como mes de descanso. Con menos gente, sin aglomeraciones, con las playas más vacías que nunca y con un calorcito que ronda los 25 - 30ºC y un ambiente bastante más agradable que el de este tórrido periodo estival que mañana llegará a su fin.             Y entraremos en otoño sin haber republicado los mejores artículos del curso pasado, como solemos hacer, gracias al TEVDA de verano y aunque empecemos con ello en 14 días ya serán TEVDAs de otoño.             La semana que viene cerraremos esta temporada que empezamos hace hoy un año y tres días, y lo haremos con el estreno (aunque parezca paradójico) de los especiales desde Lisboa . Es posible que de entre los cinco o seis títulos que me habéis propuesto, vosotros ya sepáis cual ha sido el elegido, yo aún no lo sé. Hay algunos realmente ingeniosos, solo espero que el que haya salido sea el correcto.  

  Disfrútala pinchando en la siguiente imagen, y si no se carga pincha  aquí  para ir directamente a YouTube.

  El verano siempre está ligado a la nostalgia y aunque cada año sea distinto (y siempre haya algo nuevo) hay cosas que no cambian nunca. O que cambiaron, pero para volver. Y, este año, gran parte de culpa de esa tonta nostalgia ha sido de (entre otros) Ramón García. Este verano me he reencontrado con compañeros de inglés en Lisboa , con alumnos de Sarriguren que hacía tres años que no veía en Barásoain , y siempre es una alegría saludarlos, y he vuelto a coincidir con una amiga que conocí en Roma y hacía más de 11 años que no nos veíamos; yo reconociéndola a duras penas preguntándole “¿eres tal?” y ella respondiéndome que sí sin saber quién era yo. La cuestión es que el verano es sinónimo de reencuentros y, es por eso, que nos hace ponernos nostálgicos recordando tiempos que hacía mucho que no nos venían a la cabeza. Pero anécdotas personales a parte, a mediados de mayo saltaba la noticia de que La 1 de TVE iba recuperar 18 años después el Grand Prix del verano, y el 24 de juli

  Y no pasa nada.             Mi padre ya se conoce el percal y es difícil engañarlo a la hora de decirle que lea una de las entradas del blog. Con solo leer el título ya sabe si lo que va a leer le va a interesar o es uno de esos artículos en los que no digo nada, como pasó hace 21 días con la penúltima entrega de estos especiales que he hecho después de cada audio.             Pero, como hijo suyo que eres, siempre te da una oportunidad de sorprenderlo, de decirte que (como seguramente hará hoy) qué necesidad tengo de contar estas cosas y de tener siempre un “+1” con respecto a las visitas. Aunque a estas alturas ya haya dejado de leer porque ve lo que se viene en los párrafos venideros.             Y si os digo la verdad, publicar durante cuatro viernes los audios, en la voz de sus autores/as ha sido realmente gratificante y fructífero (no os imagináis el salseo que ha vuelto a haber, de nuevo, gracias a las entregas de Raquel E y Amaia González de Echávarri- ya lo saben ellas