Tras el valle de Aranaz

  Gracias a los que me sacan de la cama para felicitarme, gracias a los que lo hacen desde el día anterior y gracias a la amiga que cree que aún sigo siendo muuuuy joven. Gracias a los que siempre quieren tener un detalle conmigo, gracias a los que me llaman y gracias también a los que me escriben. Gracias a los alumnos del Alaitz de Barañáin que se acordaron de mí y me felicitaron, a los que lo hicieron en unos cuantos grupos de WhatsApp y las felicitaciones fueron en efecto dominó y a los pasteleros que me hicieron la tarta que veis junto a estas líneas y también quisieron desearme un gran día. Gracias a los de las 03.00h de la mañana y a los de las 23.00h de la noche (las felicitaciones son igual de válidas), gracias a la amiga que me dice que yo soy de los que suele felicitar pronto y luego tomo nota del resto, gracias a los que se han querido tomar una café conmigo días antes o después. Gracias a mis abuelos por disfrutar tanto de la tarta de cumpleaños, gracias por no habé

  Al principio de la décima temporada prometí que a lo largo del curso pasado recomendaría (ver / leer o evitar) una película y un libro, y como ya os recomendé evitar la película Venganza: bajo cero con Liam Nesson como protagonista en el programa Ella misma , esta noche, y aprovechando que ha sido el día del libro, os voy a recomendar la novela que creo que sí que merecería la pena que leyerais. Hoy vamos a intentar comentar en unas pocas líneas el segundo libro de la navarra Judith Jaso. En el 149º TEVDA definí Piscis - su primer libro (podéis leer aquel artículo pinchando aquí )- como previsible y de aquel a este segundo hay un salto cualitativo bastante grande en mi opinión. Lo primero que te sorprende es el título; Destinare , así, sin tilde ni nada. No es la primera persona del singular del futuro simple del verbo destinar- ¡uy, acabo de recordarme en 1º de la ESO en Jaso en c l ase de Lengua Castellana con Edu Serna! ( paranoias mías, en fin, sigo...)-, es… parece l

  Estimados Óscar, Manolo, Victoria y Miguel Ángel: Estáis en el olimpo de los programas. Os lo dijo el miércoles Juanra Bonet y es verdad que tan solo Los lobos están por delante de vosotros. Ni otros 100 programas (o 200) en vuestro Saber y ganar , ni cuando Manolo era Manuel y se llevó el bote de Pasapalabra , nada. Nada va a poder igualar el año y medio que habéis estado en ¡Boom!; desde el pasado 1 de octubre de 2019. Llegasteis el mismo día en que Pasapalabra emitió su último programa en Telecinco y, tras pasar de estar de 20.00 h a 21.00 h a estar una hora antes, os lleváis más de 1,5 millones de euros y un reconocimiento brutal de un público que ha vibrado junto a vosotros y que ha reído, que ha sufrido más que vuestra familia, que ha querido acompañaros desde el sofá de casa o desde plató, que ha saltado de rabia cada una de las muchas veces que os habéis quedado a tan solo una respuesta de llevaros el bote… durante 324 tardes. Os mentiría si os dijera que o

  Estoy casi seguro de que muchos de los que os pasáis por aquí, semana sí semana también, habéis visto alguna vez La banda del patio y, habéis seguido las historias y aventuras de TJ, Vince, Gretchen, Mikey, Gus y Spinelli. Y esta noche me gustaría centrarme en esta última; en Spinelli, o no. No lo sé. Y digo que no lo sé porque hoy tengo ante mi un reto difícil. Y es que, por primera vez, voy a escribir un especial de estos, cuando ya me han escrito su especial de vuelta y a pesar de que más de una vez haya nombrado a la protagonista de hoy (especialmente al final de un artículo que podéis recordar pinchando aquí ), es complicado dedicarle un artículo “en exclusiva”. El número 13, encima… Como digo, mi primera opción era hablar de Spinelli (hasta hace unos días portada de algo a lo que iremos luego); una chica a la que no le gusta parecer afeminada, a la que le gusta la lucha libre, a la que sus amigos la llaman siempre por su apellido (y más cuando descubren que su nombre de