"Adolescencia" (crítica)

 

Cuatro capítulos. 4 horas. Una gran sorpresa.

Netflix lo ha vuelto a hacer. Si hace un año la plataforma sorprendía con Mi reno de peluche, esta vez ha apostado por Adolescencia; y sin apenas ruido y con nula campaña promocional ha sido todo un éxito. Una ficción británica de nuevo y con la novedad de estar grabada en plano secuencia, lo que la hace verla en “directo” y sin saltos en el tiempo a excepción del que hay de un capítulo a otro.

La ficción arranca a primerísima hora de la mañana cuando la policía entra por la fuerza en casa de los Miller para arrestar al hijo pequeño de Eddie y Amanda, acusado por el homicidio ocurrido la noche anterior. El inspector que lleva el caso detiene a Jamie después de haber encontrado muerta a una compañera del colegio de edad similar, ante la atónita mirada de sus padres y también de su hermana Lisa.

La serie va de más a menos, pero la incertidumbre por saber qué es lo que ha sucedido hace que sientas angustia por qué será lo que pase con el muchacho que tan solo tiene 13 años.

En el primer capítulo el espectador hace suyo el estupor de los padres al descubrir la acusación, el trayecto en furgón a comisaría y el cuestionario de los agentes con su padre como acompañante (por ser menor) y con un abogado de oficio  propuesto por la policía.

El segundo capítulo tiene lugar dos días después de la detención, en el instituto donde inspector y sargento acuden para tratar de esclarecer las motivaciones del muchacho para tan atroz crimen.

El tercero es una conversación entre el acusado y una psicóloga en un centro psiquiátrico, siete meses después, y aunque aquí el plano secuencia chirríe un poco, podría decirse que es el capítulo más intenso con una sesión de terapia con un flirteo tan encantador como perverso.

El cuarto y último capítulo- y sin hacer spoilers- se desarrolla 13 meses después, en el 50º cumpleaños de Eddie, con la proyección centrada en el matrimonio, intentando recomponerse tras haber podido fallar en la manera de educar al benjamín de la familia, a pesar de ser unos padres trabajadores y buenos.

Lo mejor de la serie es que los creadores deciden revelar la culpabilidad de Jamie desde el principio, buscando enfocar la trama en el por qué en lugar de en el quién, y así que las preguntas que nos hiciéramos los espectadores fueran otras y completamente distintas.

Nos despedimos. Volvemos el viernes que viene con más. ¡Feliz fin de semana!


Aranaz, Joseju (@jjaranaz94)

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