La felicidad era esto


Tengo los ojos llorosos y alguno de mis alumnos me lo ha notado. Me han preguntado si estaba bien, me han dado un abrazo y me han animado a seguir hacia adelante. “Tienes madera para esto- para ser maestro- y todo empieza cuando te lo creas” me viene ahora la frase que me dijo uno de los padres de una de mis alumnas del año pasado.

Nunca es fácil entrar a una clase que durante un tiempo indeterminado va a ser tu aula y compartir con tus alumnos de 10 y 11 años seis horas cinco días a la semana.

Llevo trabajando en el Colegio Público Erreniega de Zizur Mayor desde el pasado 28 de enero y realmente, como digo en el título, soy feliz. Es cierto que hay cosas que me desesperan, pero sentir eso de sentarte encima de tu mesa cada lunes, que los alumnos te cuenten lo que han hecho durante el fin de semana y que veamos el resumen del partido jugado por Osasuna el sábado o domingo anterior compensa todo.

Es uno de lo momentos que yo, personalmente, más disfruto y pienso que a mis niños también les gusta compartir con sus amigos y compañeros alguna cosa que hayan hecho desde que nos vamos del cole el viernes a las 16.30h hasta que volvemos el lunes a las 09.00h. Siempre hay alguna cosa que contar, algún chascarrillo que compartir y alguna historia que sonsacar- si algunos (pocos, dicho sea de paso) no quieren hablar-.

Es un momento de relax, de iniciar la semana de una manera amena y distinta, para que sin darnos cuenta el viernes se nos eche encima y dando las 15.40h tengamos que hacer lo que dice el currículo en el área de Plástica.

Tengo los ojos húmedos porque en ciertos momentos de la vida hay situaciones que a uno le superan y aunque intentemos afrontarlas de la mejor manera posible son cosas que se notan.

Quiero compartir con vosotros los mejores momentos que estoy viviendo en Zizur, pero no todo es de color de rosa. A veces hay que dar malas noticias, o afrontar situaciones complicadas y que ciertos alumnos se den cuenta de ello y te demuestren todo su cariño y aprecio es algo que a uno le llega y le emociona.

Digan lo que digan y sea quien sea.

Hace unos meses mi amiga Rakel Mendioroz, que hoy cumple años, por cierto- ¡Zorionak Ra!- y yo fantaseábamos con tener la oportunidad de trabajar juntos- iba a ser el primer curso desde que nos conocemos que no íbamos a compartir nada “oficial”- y mira por donde que la vida nos está brindando la oportunidad. Es cierto que nos vemos mucho menos de lo que nos gustaría, y a pesar de que siempre saquemos tiempo para alguna charla en la gela del uno o del otro, es una pena que nuestro trabajo en primero y quinto de Educación Primaria respectivamente no nos dé tiempo para más.

Soy taaan feliz. Saber que tengas el problema que tengas- y sea donde sea- tener a una persona de confianza que te va a ofrecer todo su apoyo y que le vas a poder contar cualquier cosa es increíble.

De la vez que estuve en Barañain si que preferí omitir el nombre de todos mis compañeros- no quería que se me olvidara ninguno-, pero hoy a parte del de Rakel voy a dar el de la persona que esta conmigo día tras día, mano a mano, en el café de las 14.30h, en el “egun on” de cada mañana al pasar por su puerta y el de la que siempre tiene una sonrisa que regalarte a pesar de que los folios que lleve entre manos no auguren más que reuniones a la hora de comer, clases que preparar y trabajos que corregir.

No hablo del alumno que desde hace dos semanas está conmigo de prácticas- el cual me ayuda muchísimo- que es una gozada que yo le pueda estar enseñando como ser maestro al tiempo que damos clase y resolvemos las dudas de “nuestros”- diremos para ser lo más diplomáticos posible- alumnos. Hablo de la tutora de 5ºB (yo soy tutor de 5º A, que no sé si lo había dicho o no), de la que podríamos llamar como “mi paralela”; Leire Muñoz.

No te lo digo a la cara porque me da un poco de corte, pero te valoro mucho. Todo lo que me estás ayudando para que me haga lo más rápido posible a la forma de trabajar del colegio, los quebraderos de cabeza que te doy y la paciencia que estás teniendo conmigo a la hora de enseñarme como funciona todo en el centro.

Que vale que lo de la paciencia sea recíproco- tus manías no tienen precio-, pero es muy guay todo lo que me enseñas y el apoyo que me demuestras. Me siento realmente afortunado de que podamos compartir inquietudes y problemas día sí día también. Desde aquí te digo que también llegará el día en el podamos compartir un garrote de chocolate, pero tampoco tengamos prisa por ello.

Durante este mes y pico que nos conocemos hemos tenido tiempo hasta para comentar la casualidad de que tu madre viva en el mismo pueblo del cual es la mía y son mis abuelos. Son cosas que pasan y la “casualidad” o el “destino” ha querido tener ese “detalle”- por decirlo de alguna manera- para con nosotros.

GRACIAS en mayúsculas por todo tu apoyo y tu buen hacer. No he tenido apenas la opción de verte como maestra, pero como compañera y como persona eres la leche; de veras.

Y no me quiero poner muy moñas que el lunes nos vamos a volver a ver y me va a dar vergüenza reconocerte todo lo que te estoy diciendo, a pesar de que tu vayas a ahondar sobretodo en el tema del garrote, que lo sé.

En fin familia, me gustaría haberos puesto una foto de hace unos viernes con mis alumnos actuales- pero no he logrado el permiso pertinente-, ojala tengamos la ocasión de que los engranajes entre nosotros- alumnos y maestros- cada vez vayan mejor para que podamos funcionar de la mejor- valga la redundancia- manera posible los meses que compartamos.

Nos leemos si queréis el viernes que viene.

¡Muy feliz fin de semana queridos! Gabon.
 
Una foto de hace mucho tiempo junto a Rakel Mendioroz.

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