Esto ya no es Roma; ¿o sí?
De izquierda a derecha en el sentido de las agujas del reloj: tita Ana, Rosalia, Christian Maza, David Maza, María Romero y Jose Julio Aranaz. |
Después
de que el curso pasado
“cerráramos” los especiales desde Roma creo que es hora de hacer
balance y mostraros como nos fue
durante
esos 17 especiales repartidos a lo largo de 2 años y 4 temporadas.
Los estiré
mucho, lo sé, soy consciente de ello y es por eso que os pida
perdón. Los datos como veremos a continuación dan fe de ello. Este
ha sido el recorrido:
Especial (I): 7.769 lectores
Especial (II): 6.580 lectores
Especial (III): 6.671
lectores
Especial (IV): 6.652 lectores
(según dicen, el más divertido)
Especial (V): 6.855 lectores
Especial (VI): 8.089 lectores
Especial (VII): 8.485
lectores (el más leído)
Especial (VIII): 7.851
lectores
Especial (IX): 5.920 lectores
Especial (X): 5.182 lectores
Especial (XI): 4.785 lectores
Especial (XII): 4.717
lectores
Especial (XIII): 4.442
lectores (el menos leído)
Especial (XIV): 4.533
lectores
Especial (XV): 4.771 lectores
Especial (XVI): 7.943
lectores
Especial (¿y? XVII): 4.891
lectores (según dicen, el mejor)
(Podéis volver a leer todos
los que queráis- u os falten- pinchando sobre los mismos)
Se puede observar claramente
cual ha sido la tendencia y es que los especiales del segundo año (a
partir del octavo especial) no calaron tan bien como los del
primero. A parte del XVI, porque hay que ver como nos gusta el cotilleo.
Por otra parte, también me alegra saber que una de las protagonistas
de estos especiales nos vetara su nombre a partir del quinto
especial- el artículo en el que iba a ser la verdadera protagonista-
no tuvo ningún efecto colateral.
En
la gráfica que adjunto a continuación creo que se verá más
claramente cual ha sido la andadura en cuanto a lectores (y lectoras,
que antes no lo he puesto y soléis ser muy puntillosos) se refiere.
Y
aparte de los datos, que son sólo eso, números, pienso que dejando
a un lado a las personas que
hemos protagonizado estos especiales ha habido personas que han
influido en más y menos medida.
En
primer lugar me gustaría agradecer públicamente a Rakel Mendioroz,
a Manuel Owono
y a María Romero el
ser los
artífices de los títulos que se os propusieron para titular estos
especiales. Al final vosotros decidisteis a través de Twitter que el
título propuesto por la zizurtarra fuera el definitivo, a pesar de
que el La
fontana di... del
guineano tuviera también algo de chispa y el Lo
que no se da, se pierde propuesto
por la tafallesa también fuera precioso. Quizás, estos
dos,
menos representativos
dejando sin aclarar mucho de que se iba a hablar, pero con un
trasfondo muy profundo, sobre
todo el tercero.
En
segundo lugar, en cierto modo, me gustaría darle las gracias a Amaia González de Echávarri, ya que fue en el funeral de su abuelo donde
se me ocurrió empezar a escribir estos especiales como bien dije al
principio del primer programa:
“Acabo
de salir del funeral del abuelo de una amiga, y si os digo la verdad
en los últimos compases de la eucaristía hasta he llorado de la
emoción. Y si a eso le sumas que estoy viendo las fotos de cuando
unos desconocidos- por aquel entonces- fuimos a Roma, el cóctel es
explosivo. La llorera que llevo encima es importante. La nostalgia se
hace eco de los recuerdos, a la vez que las lágrimas inundas mis
pupilas de recuerdos que la retina mantiene intactos. (...)”
En
tercer lugar a tita Ana, por mostrar tanto interés a pesar de que
sus apariciones hayan sido esporádicas y a su vez a María Romero (de nuevo, sí), a
Rosalía, a Christian, a David
y a ella misma ya
que fueron los
únicos
que me mandaron fotos de mucho mas pequeños y jóvenes que en la
actualidad con las cuales me gustaría haber acompañado gráficamente
la 17º y de momento última entrega. Os
pedí fotos a todos pero o
no me contestasteis o no debíais tener.
No pasa nada, como pudisteis
ver lo puede solucionar.
En
cuarto, a todos los que durante 17 semanas nos habéis leído, a los-
por lo menos- 4.442
que no habéis querido fallar ni un solo viernes desde que
arrancáramos allá por noviembre de 2016.
Y
en quinto
y último lugar a todos los que habéis formado parte en mayor o en
menor medida. A algunos muchísimo más que a otros a pesar de que
sólo Manu haya querido contarnos su experiencia de primera mano.
El
“cerrar” del principio de este artículo y el “¿y?” del 17º
especial sobre Roma van entrecomillados y entre interrogaciones por
dos simples razones. Una: porque estoy seguro de que volveré a ir a
Roma (quizás este mismo verano, ya que Koldo ha dicho que volverá a
haber viaje) y tendremos nuevas cosas que contar. Y dos: porque
siempre voy a dejaros la puerta abierta a que escribáis algo, a
pesar de que sea tiempo después de mis recuerdos. Yo,
como muy bien le diría a la Mery, y como dice Luis
Fonsi en una de sus
canciones “no me doy por vencido”.
En definitiva, gracias a
todos.
Nos
vamos, y hoy más que nunca somos conscientes de que volveremos;
volveremos otra vez.
¡Muy feliz fin de semana
queridos!
Y mañana
hará ya tres
años
de algo que jamás hubiera
imaginado. De
algo que jamás me hubiera gustado escribir y contar. De algo que me
duele. Desde aquí hago una última llamada.
La definitiva.
Y sólo una persona- quizás dos- saben de lo que hablo. Os espero la
semana que viene, en
el 177º
TEVDA,
para aclarároslo un poco.
Termina
enero, comienza febrero. Gracias
un viernes más por seguir ahí.
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