Un otoño primaveral (I)


Se suele decir que las mejores series se estrenan en primavera, pero debido a la revolución que ha habido este septiembre en televisión puede que las tornas hayan cambiado y ahora los estrenos fuertes vengan con el inicio de curso. Hoy voy a hablar única y exclusivamente de televisión. Más que nada para que lo sepáis. Y hay tantas cosas por comentar que no creo que me dé tiempo a hablar de todo lo que quiero- por eso el “(I)” del título, porque habrá un “(II)” y quizás un “(III)”-. Por esa razón, a parte de esta entradilla voy a pasar directamente a comentar todo lo que den de sí las dos hojas. Arrancamos.

Las chicas del cable
Blanca Suárez caracterizada como Lydia Aguilar en Las chicas del cable.
Se me hace muy difícil articular una sola palabra. Quizás por eso escribo, para intentar tener la capacidad de mostrar todo lo que siento en este momento. No voy a ser tan kamikaze de poneros una foto mía con la cara que se me ha quedado cuando he visto el final de la T3 de Las chicas del cable como lo fue María Romero, pero creo que la cara de Blanca Suárez dando vida a Lydia Aguilar sirve para haceros una idea.

Tengo los pelos como escarpias, la voz más temblorosa de lo normal, la boca seca y el corazón en un puño. No os voy a decir que me cueste respirar, pero lo que os puedo asegurar es que tengo los ojos más vidriosos que nunca.

Es imposible resumir el octavo capítulo de la tercera temporada de la serie protagonizada por Yon González y Blanca Suárez. Y no por falta de confianza en mi mismo sino porque no va a haber punto de comparación entre leer lo que me ha hecho sentir a mi en equiparación con lo que os va a hacer sentir a vosotros, porque no es lo mismo leerlo que vivirlo.

Esta serie la empecé a ver porque según me decían era una serie “muy nosotros”, “muy Velvet”, y resulta que lo último que me dijeron fue que “deja-se- de ver Velvet ya”, en favor de LCDC, claro está.

Y fue un acierto; sin dar lugar a un mínimo ápice de dudas que me pudieran surgir. La cuarta temporada no está confirmada, pero doy por hecho que se grabará. No nos pueden dejar así.

Así, sin saber… (y a partir de aquí SPOILERS)

Sin saber, en primer lugar y cómo cuestión más importante, si Francisco vive o muere. Si Lydia, por mucho que quiera a Carlos se queda con él o le es imposible tras la posible trágica muerte por salvar a ella y a su hija, porque Alba (y no Lydia) había sido la mujer de su vida.

¿Podría soportarlo? ¿Podrías soportarlo tú?

En segundo lugar, sin saber si Marga se queda con Julio- que yo creo que es obvio- o con Pablo. Y como tercera opción, no se queda con ninguno de los dos y empieza a tomar más que nunca las riendas de su vida como mujer sabiendo lo que realmente quiere. Supongo que las palabras de Ángeles en la última escena con ella habrían sido clave.

En tercer lugar, sin tener la ocasión de ver como Doña Carmen- y Lucía- se pudren en la carcel y Lydia tiene la capacidad de remontar la supuesta muerte de Francisco- habría que saber qué es lo que pasa con él-. Desde aquí mi más sincera enhorabuena a Concha Velasco. Qué capacidad de interpretar a una mala malísima como ella.

Qué capacidad de hacernos olvidar de aquellos jovenzuelos que una vez estuvieron encerrados en el Laguna Negra, a pesar de que la caída de Lydia al final de la T2 por una ventana nos recordara a la caída de Carolina desde el torreón empujada por Roque y, el apartamiento de la hermana de Carlos nos trajera a la memoria también el encierro de la madre del entonces un barbilampiño Marcos Novoa Pazos.

Las comparaciones son odiosas y no tengo la capacidad de quedarme con una serie si me dieran a elegir entre las dos. En diez años mis respuesta la tendría clara, pero LCDC están demasiado recientes como para quedarme con Ivan, Julia y compañía.

En cuarto lugar, sin saber como se resuelve el entramado entre Ángeles y el comisario con una magnífica Maggie Cievantos, aunque personalmente me guste mucho más como Maca en Vis a vis.

En quinto lugar, sin saber si Sara consigue el ansiado cambio de sexo.

En definitiva; sin saber como Las chicas del cable podrán seguir siendo las chicas del cable, pero sin cable. Quizás, tras haber vivido la explosión en la compañía telefónica deberíamos cambiar el nombre de la serie y hacer una secuela llamada Las chicas de las ondas, porque la radio con Carlota (y Carlos) a la cabeza yo creo que aún tiene muchas historias que contar.

Vivir sin permiso
Decía José Coronado (Nemo Bandeira) que la serie no recordaba a ninguna otra serie de narcotráfico, y el lunes por la noche mucho telespectadores la denominaron como “la marca blanca de Fariña y Narcos”.

Álex González y José Coronado; protagonistas del nuevo thriller de Telecinco.
No os voy a decir que no me gustara el arranque, pero todo el mundo que esperaba una segunda parte de El Príncipe se llevó un chasco. Coronado haciendo de malo malísimo- con alzheimer- y Álex González como abogado suyo. Lo más destacable- corruptela de jueces y tiros a parte-, fue la falta de acento gallego y el tener la oportunidad de ver a Ricardo Gómez y a Carlos Hipólito como hijo y padre respectivamente (Carlos Alcántara y la voz de mayor del mismo en Cuéntame cómo pasó) con el protagonismo también reseñable de Claudia Traisac (hija de Nemo y la cual interpretó a Julia- novia de Carlitos- en la serie de La 1 de TVE).

Y sé que quedarían por comentar el segundo capítulo de El continental, de Presunto culpable y de Cuéntame, al mismo tiempo que la segunda gala (La 1, en realidad) de OT y el estreno de la T2 de Estoy vivo. El buen hacer de The good doctor, tras su paso al miércoles, del estreno a estas horas de la séptima edición de Tu cara me suena y del spinn- off de Mi casa es la tuya en Antena 3 y Telecinco, de lo nuevo de Velvet, de Masterchef Celebrity, de los estratosféricos datos de GH VIP 6 y de la inexistencia de La verdad. Pero hoy, ya, no da tiempo. Por no dar, no nos cabe ni la frase bonita con la que solemos acabar desde el pasado 7 de septiembre.


Y ahora, con todo esto, ponte a correr. ¡Muy buenas noches!




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