Un gran domingo

 

Lo dejábamos la semana pasada a punto de celebrar el cumpleaños de mi abuela después de haber soñado todo lo que os conté, así que hoy, sin la necesidad de hacer una entradilla, retomamos desde ahí.

He subido a casa de mi abuela paterna para felicitarla por su 91º cumpleaños y darle dos besos (no me acuerdo la última vez que sucedió) y tras no haber podido celebrar el año pasado una cifra tan redonda como la de los 90, este año sí que nos hemos podido juntar todos, hacer una gran comida, sacarnos fotos como la que veis junto a estas líneas (autorizadas por mi abuela y para que veáis que todos tenemos un pasado en común) y jugar al mus con Iñaki frente a mi padre y mi tío en un duelo de “hermanos contra hermanos” que se ha saldado con un empate tras haber jugado dos partidas y haber perdido la primera por 0-3 (aunque quisiéramos hacerles la “zaragozana”) y haber ganado la segunda por 3-1. “Casi no nos vemos” me ha espetado la abuela después de levantarnos de la mesa pasadas las 19.00h, cuando ella ha estado más de media tarde colgada del teléfono hablando con hermanos y amigos que los tiene a cientos.

Y a los 27 minutos, Leire Muñoz me ha manado en exclusiva el segundo artículo de la segunda temporada del Que no salga de aquí, su blog que cada día va ganando más adeptos. Y no me extraña.

Os lo digo de verdad. Hasta antes de leer el magnífico artículo del 31 de octubre (y eso que parece que no sale mi nombre) solo una persona había conseguido emocionarme de verdad. Pues ya sois dos, y me alegra tanto…

No te lo dije el miércoles cuando nos juntamos de casualidad, pero qué capacidad tienes amiga; para escribir desde diferentes puntos de vista, para que historias que son no lo parezcan (o que no son y lo parezcan). Qué versatilidad, qué diversidad. Cada vez que te leo me da la impresión que no sé si tengo mucho que aportar a este mundillo de escribir posts (que no sé si el plural de post es ese o no).

Mis ganas de que en un futuro podamos hacer un crossover y el TEVDA tenga una de esas entradas guays de las que podemos disfrutar cada domingo a eso de las 22.00h (y digo “a eso de” porque el horario cada vez es más flexible) aumentan por momentos.

Pero sobre todo, y ya personalmente, estoy deseando que llegue febrero y las historias reales del día a día cobren cada vez más importancia en tu blog; tú ya me entiendes. Las noches van a ser muuuy largas y el insomnio te va a brindar muchas noches fantásticas a la vez que inspiradoras para atraparnos con tu bella prosa.

Lo dicho; ha sido un gran domingo. Volvemos en siete días.

Como siempre, gracias por haber estado al otro lado, ya que esto sin vosotros hubiera carecido de sentido y no habría sido posible. ¡Gabon familia!


Joseju Aranaz (@jjaranaz94)

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