Mariposillas en el estómago (o algo así)
“En la vida todo pasa por algo y, estoy segura de que si te ha pasado esto es por que lo que vendrá será mucho mejor. Ya lo verás dentro de un año”. Y un año después veo todo desde otra perspectiva. Son palabras de Raquel Espuelas un año atrás, en uno de los muchos paseos que nos llevan a recorrer las calles de la capital navarra ya sean las 11.00h, las 17.00h o las 21.00h. Primavera, verano, otoño o invierno. Pero la cuestión es que he tardado menos de un año en darle la vuelta a la tortilla, 362 días exactamente y, en parte, ha sido gracias a ella. Está claro que uno no puede leer el siguiente capitulo de su vida si continua releyendo el último y es por eso que desde el pasado junio he tenido la ocasión de formar parte de la plantilla de la Ikastola Paz de Ziganda de Villava, del Amor de Dios de Burlada y de los Escolapios – Calasanz de Pamplona entre otros centros, pero la suerte (aunque yo no crea mucho en ella) me ha sido esquiva. Hasta hace unas semanas. Desde el pasad
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