Un "paso" renovador en una Pascua compartida (I)
No
os voy a decir que mi objetivo de vida sea regalaros recuerdos inolvidables,
pero hoy (y el próximo viernes) sí que me gustaría intentar (y lograr) que
experimentarais un viaje en primera persona. Considero que va a ser algo
complicado, ya que la celebración de la Pascua ha sido algo muy personal que
aunque, en mi caso, lo haya vivido en grupo, cada cual ha tenido su propia
experiencia.
Desconozco si alguna vez os habréis puesto a pensar un
poco en vuestra historia con Dios y con los demás. Vuestras experiencias,
acercamientos y distanciamientos de la fe por los motivos que sean…
Después de casi nueve años al frente del TEVDA, no sé si alguna vez os he
hablado sobre todo esto con respecto a mí. La cuestión es que estos días atrás
lo comentaba con algunos compañeros del grupo de jóvenes de la Parroquia San
Juan Bosco de Pamplona y me parece interesante compartirlo también con
vosotros.
Durante mis 28 años de vida, la fe ha tenido dos
momentos de explosión. La primera vez fue cuando, hace más de 10 años, tuve la
ocasión de ir a Asís y vivir momentos incomparables de reflexión, silencio e
historias personales de amigas que me llegaron muchísimo (puedes recordarlo
pinchando aquí). Y la segunda vez fue, después de la carrera, el año que
compaginé el primer máster, de los dos que tengo, con la Declaración Eclesiástica de Competencia Académica de la UPNA, y
fue por la DECA, claramente.
El posgrado de la UPNA, me dio la ocasión de ser
especialista de Religión, y si os digo la verdad, casualmente, nunca he estado
tan distanciado de Dios como durante esos meses. Y no sé la razón.
Pero la vida, muchas veces nos ofrece la oportunidad de
reconciliarnos con nosotros mismos, y después de estar hace tres años como
maestro de Religión en Puente la Reina, este tiempo de Semana Santa he tenido
la ocasión de regresar a Gares con los I becchi para retomar
la fe en el mismo lugar donde la dejé, pero con más ganas que nunca.
Qué cosa más curiosa. Detalles
que la vida tiene contigo. Tenía que ser que justo donde dejé ese agujero, ese
sin sentido, esa lejanía y enfriamiento con Dios, justo donde me ha tocado a la
puerta del corazón y ha querido volver a conectar conmigo. Tenía que ser justo ahora, en estos
días. ¡Qué testimonio tan claro de que Jesús me dice: “aquí estoy, aquí donde
creías haberte alejado de mí; aquí te recojo y te acojo”!
Os espero con la
segunda parte en siete días. Gabon familia.
Joseju Aranaz (@jjaranaz94)
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