Carpa Universitaria (Otoño 2017)
Normalmente cuando escribo acerca de la Carpa dejo mi lado
más profundo a un lado- aunque suene redundante- para dar cabida al salseo que
nos gusta a todos. Y es por ello, para aquellas personas que me leéis de Carpa
en Carpa, que me gustaría enseñaros otra faceta mía; la que se suele ver
viernes tras viernes. Excepto los días de Carpa. Va a haber chismorreos, eso no
lo dudéis- ¿qué tipo de análisis sería este sino?-, pero voy a intentar hacer
una entrada distinta.
Una vez, Klaudia Oyarzun- creo que fue ella, a pesar de no saberlo a ciencia cierta- me
dijo que de mis artículos lo que más le gustaban eran las entradas, el inicio
de los artículos e igual a mí me pasa lo mismo. Son las primeras ideas que se
me vienen cuando aún tengo el papel en blanco y son los momentos en los que
todavía no sé
cómo voy a estructurar el artículo; muchas veces ni se sobre qué voy a
escribir...
Esta noche
el tema es claro, la Carpa, pero todavía no sé qué es lo que nos va a deparar
el artículo de hoy. El otro día, saliendo de casa de una mis abuelas- un saludo
Rakel, ya sabes tú porqué,- hablaba con mi hermano Iñaki sobre el principio del
artículo de esta noche y le decía que no tenía la más mínima idea de cómo dar
inicio al análisis de la última Carpa Universitaria, porque yo creo que es en
estos programas cuando esperáis un poquito más de mí. Os intento sorprender
cada viernes y con este tipo de artículos pasa lo mismo.
Mi mayor
miedo era este; no saber cómo comenzar este 118° Tras el valle de Aranaz,
pero ya lo hemos hecho, así que talante y pa'lante que le decía a Izaskun Juanto durante nuestras segundas practicas; de aquí en adelante todo rodado
(jajajaja). Empezamos.
Y antes de
adentrarnos en el análisis en sí de la Carpa del viernes pasado, vamos a
analizar como van las audiencias (desde
que tenemos datos) con respecto a cómo iban hace seis meses (cuando publicamos
el artículo de la Carpa de Primavera 2017):
Otoño 2014:
Sin datos (en abril) a 108 visitas más ahora. (No son datos totales).
Primavera 2015: Sin datos (en abril) a 52 visitas más ahora. (No son datos
totales).
Otoño 2015: de 224 visualizaciones (en abril) a 249 (+25) ahora. (Datos
totales).
Primavera 2016: de 430 visualizaciones (en abril) a 495 (+65) ahora. (Datos
totales).
Otoño 2016: de 953 visualizaciones (en abril) a 1.149 (+196) ahora (En el Top
2). (Datos totales).
Primavera 2017 (la de abril): 756 (En el Top 6 de lo más visto). (Datos totales).
(Y recordad
que podéis leer el artículo del análisis más particular de cada una de ellas
pinchando sobre las mismas).
Para empezar
deberíamos decir que en este artículo nos van a faltar dos de nuestras piezas
angulares que han entrado en escena en todos los análisis de la Carpa. Hablo de
Manuel Owono y María Romero. Va a ser difícil sustituir a la colchonera, pero
aún más difícil se nos va a hacer sustituir al guineano. Vale que vayamos a hablar
sobre Silvia Romero y de Lorea Rodríguez- será más adelante-, pero la Mery es
insustituible. Y si teníamos un ápice de esperanzas de encontrar sustituto para
cada uno va a ser imposible.
Es por eso
que la incertidumbre me atrapa e invade, ya que solo vosotros seréis quienes
decidáis si este artículo sin dos piezas fundamentales es digno de ganar la
partida. Vayamos a empezar desde el inicio.
Era 10 de
noviembre- hace siete días-, en años anteriores por estas fechas la Carpa de
otoño era un recuerdo efímero demasiado pasado, pero este año la cosa iba a ser
diferente. Desconozco las razones, pero la cosa es que uno de los mayores
festivales que se celebran en Navarra (sólo superado por el Nafarroa Oinez) no
se iba a celebrar en octubre como de costumbre. ¿Quizás para que no coincidiera
con el mismo Oinez? No lo sé.
Toda la
semana anterior había estado lloviendo- excepto el lunes 6- y el viernes
también llovió. Mucho. Ignoro también como habría llegado vuestra ropa a casa.
La de mi hermano como la mía en aquella Carpa en la que compartí cena con Eneko
Saralegui- la carpa de las famosas gafas, sí-, zapatillas negras convertidas en
marrones y pantalones vaqueros llenos de barro hasta la rodilla. No era de
extrañar, se veía venir, pero mereció la pena.
Como de
costumbre las puertas de la Ciudad Deportiva Amaya se abrieron pasadas las
08,30h de la mañana- con el primer turno de barras-, pero no fue hasta un poco
más tarde cuando dio comienzo el Campeonato de mus por parejas. Nadie conocido,
porque el señor Owono ni estaba ni se le esperaba, tenía que trabajar por la
tarde en Trak FM, y había que llegar en condiciones. Del señor Foncillas ¾ de
lo mismo.
Por primera
vez en muchos años la Media Luna estaba más desierta que nunca. A rebosar de
normal, pero esta vez no. Bancos vacíos y algún que otro corro cada muchos
metros tapados con paraguas, capuchas y demás. La gente paseaba como no lo
había hecho nunca un día de Carpa. No se pegaban los pies al suelo, no había
basura acumulada en el paseo de la Media Luna que impidiera el paso ligero o la
zancada larga. Había personas como yo que disfrutaban del running bajo la
lluvia, y había también gente de paseo con su mascota. Una paz jamás vista.
Pero
entonces… ¿no había jóvenes? Sí que los había, pero habían cambiado de
ubicación. La mayoría de ellos habían decidido ocupar los porches de la manzana
donde se sitúan Cruz Roja, el Club Taurino El Toro, el Bar La
Escalera y el Instituto de Oposiciones de Navarra. Una manzana completa
llena de jóvenes primero y llena de basura después, a pesar de haber papeleras
de más a menos de 2 pasos para depositar botellas, plásticos y demás.
Íñigo Martínez, Andrés Sáez, Itziar Lezaun, Ainara Ciganda, Ane Etxeberria, Enekoitz Etxeberria e Iñaki Aranaz en uno de los momentos de barra |
Al hermano
de un servidor le tocó capitanear la barra de Magisterio de euskera desde las
11.30h de la mañana hasta pasadas las 15.00h de la tarde, haciendo de Carlos
Sobera o de alguno de los camareros de First Dates, pero hasta las
12.30h la cosa fue tranquila. Que si un Kalimotxo que pedía uno, o que si un
chupito que pedía otro cada 5 o 10 minutos que eran un remanso de paz y tranquilidad.
Su turno- junto al de Íñigo Martínez- duraba hasta las 14.30h, es quizás que al
final tuvieran que quedarse hasta las 15.30h casi, porque así como la primera
hora fue tranquilita, la última fue frenética.
No apetecía
estar fuera mojándose, la gente quería calor (humano también), y qué mejor
forma de hacerlo que bebiendo en un recinto cubierto con mucha mucha gente. Así
que por allá tuvimos la ocasión de ver a distintas personalidades conocidas.
Había más, eso seguro, pero a pesar de que la Carpa se llene en cada edición de
reencuentros, es imposible dar cabida y hablar de todos.
Uno de
ellos- de los reencuentros- fue con Íñigo Jiménez, del cual hay foto, pero ha
sido vetada porque mi hermano es muy exigente con él mismo. Yo considero que
está bastante bien, pero es algo que no está en mi mano, y creedme si de veras
os digo que lo siento. Espero que a ti Íñigo, de algún modo, por lo menos sí
que te llegue.
Silvia
Romero también se dejó ver por allí, mis fuentes lo confirman como he dicho
unos párrafos más arriba, pero hoy la que merecería una mención sería Lorea
Rodríguez. La pasada vez la tuve que meter junto a Maite Ochoa con calzador,
pero esta vez tras haberla visto días atrás junto a tres compañeros en un
reportaje a una cara entera y con foto a color en Diario de Navarra por
formar parte de comisión- como Andrés Sáez durante las dos Carpas de este 2017-
merecía dedicarle un párrafo, mandarle un saludo y agradecerle haber grabado a
la Mery para la felicitación de nuestro programa 100. Lo único que nos falta es
que nos presenten en persona. Pero todo llegará (o eso espero).
Laura Lacasta, Joseba Ruiz e Iñaki Aranaz en el Amaya. |
Y si había
tafallesas también hubo riberos que se dejaron ver por ahí. De Rada y
Carcastillo más concretamente. Para algunos era la primera vez, pero para otros
ya era la segunda vez que acudían. Entre los remarcables, Joseba Ruiz (a pesar
de ser de Beasain, lo consideraremos como radejo- ¿o es “radense”?, nunca lo
sé-), Laura Lacasta (ambos en la foto junto a estas líneas), Txuma Piñero,
Jesús Gárriz, Sandra Cinca (hermana de Maite ya citada en carpas anteriores),
Irene… Ah, y Claudia Valente, la cuñi de un servidor, que estaría feo que se me
olvidara nombrarla a pesar de no ser de La Ribera.
Podríamos
hablar también de Pedro Doria y del agarrón que sufrió Iñaki por su parte, de
los trapicheos de Ane Etxeberria con los amigos de Iñaki y unos chupitos sobre
las 17.00h, sobre la cena con Martínez en un bar de Burlada, sobre la incógnita
de si Eneko Irigoien subió a la capital navarra…
Las dudas
son muchas y se nos quedan cuantiosas cosas en el tintero. Ya me he alargado
más de 5 párrafos con respecto a otros viernes, y aunque sea verdad que aún no
haya superado el máximo de tres páginas, no me gustaría andar justo. Por eso me
despido ya.
Deseando que
esto no quede aquí y que el viernes que viene tengamos de nuevo la ocasión de
leernos a través de nuevas líneas.
Como siempre
daros las gracias por hacer esto posible. Sin vosotros a otro lado carecería de
sentido.
¡Feliz fin
de semana familia! ¡Cada día somos más!
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