"Pulsaciones" pasapalabreras
Cuantas veces me pasa…Cuantas
veces me pasa querer adelantarme a los acontecimientos televisivos y
al final tener que cambiar sobre lo que pensaba escribir. Soy
consciente de que muchas veces lo hago por el mero hecho de faltarme
espacio o desviarme mucho del tema, pero para una vez que iba a
cumplir la promesa del viernes pasado… Me es imposible.
El pasado día 10 Telecinco
estrenaba La voz kids y Antena 3 hacía lo propio con Tu
cara no me suena todavía. Ambas se estrenaron en plena forma, y
a pesar de que la Cadena de Fuencarral (T5) tuviera más
espectadores, fue la de Planeta (A3) quien se llevó el gato al agua
en lo que al share se refiere. Entre las dos apuestas más vistas de
la noche del viernes pasado sumaron más de un 50% de share y supongo
que hoy (si es viernes) volverán a repetir ese magnífico duelo de
titanes entre Manel Fuentes (acompañado por Ángel Llacer, Mónica
Naranjo, Miki Nadal y Chenoa) y Jesús Vázquez (acompañado por
Tania Llasera, David Bisbal, Antonio Orozco y Rosario Flores).
Y en un principio iba a
hablar de eso, pero cuando el Pasapalabra de Christian Gálvez
reparte el bote en El Rosco Final, a uno se le trastocan todos los
planes, sobre todo si se lo llevan como se lo llevaron y quien se lo
llevo. Y si el mismo martes Pulsaciones tiene un finalón pues
también te ves en la necesidad de comentarlo. De verdad espero que
me dé tiempo a hablar de ambas cosas. Empezamos con Pasapalabra.
La silla azul estaba siendo
calentita días atrás, Susana estaba poniendo a Pablo Díaz contra
las cuerdas día sí y día también hasta que el domingo la vasca
venció al joven violinista llevándose 1.200€ y obligando a Pablo
a tener que luchar por la silla azul.
El lunes se tuvo que
enfrentar a un concursante que había tenido que enfrentarse en su
día a SuperJero, pero Pablo no se achantó y salió
victorioso para “arrebatarle” la silla naranja a Susana y sumar
casi 50.000€ para su casillero.
El martes a Susana le tocó
enfrentarse a Julio Escartín y el aspirante fue quién finalmente
pudo ocupar la silla azul. Como de normal, el equipo de Pablo fue
quien acumuló la mayoría de los segundos en las pruebas anteriores
a El Rosco Final, así que fue el violinista quien empezó jugando la
última prueba.
Lo
llevaban anunciando días atrás, estaban anunciando que pronto iban
a dar unas sorpresa a los espectadores más fieles, y tras hacerle
una entrevista el lunes para Informativos Telecinco y tras ver
durante todo el martes en la parte derecha de la pantalla (encima de
la mosca con el 5) que jugaban por 318.000€ (el mismo premio que en
su día se llevó Carlos Adán, hasta el martes último ganador del
bote del concurso vespertino), sabíamos (o intuíamos más bien) que
Pablo se iba a llevar el bote.
En
el momento de comenzar El Rosco nuestras dudas se disiparon. Pablo
empezó con 15 aciertos del tirón- entre ellas la palabra
“escrupulillo” que parece que es lo que lleva dentro el cascabel
para que suene-; de la A a la O, pasando palabra en la P. Cuando José
Manuel Lúcia se llevó el bote hizo 23 del tirón, y entonces
Christian sí que se acercó a él para ver si tenía fiebre. El
martes no se acercó a Pablo, pero sí que se lo preguntó, por lo
que pudiera pasar…
Pero
lo que nadie sabía es que Julio, el aspirante del equipo azul, iba a
ser un concursante tan duro de roer. Empezó flojito pasando palabra
en la A, que desde casa todos le estábamos gritando
“¡¡¡agendaaa!!!”, pero tras un turno de cuatro y otro turno de
nueve, se “picó”- como suele decir Gálvez- y parece que también
tenía prisa por comprarse uno de sus sueños: un piano de cola.
Total,
que entre más aciertos por parte de ambos y algún que otro
esporádico “pasapalabra”, Pablo se puso con 24 aciertos a tan
solo la U de llevarse los 318.000€ del bote. A Julio aún le
faltaban seis, y no parecía muy lógico que él se fuera a llevar el
bote. Pablo había anunciado en su cuenta de Twitter que no nos
perdiéramos el programa del martes, y la audiencia respondió. Más
de 2.600.000 espectadores y un gran 19,4% de share estuvimos pegados
a la pantalla, para ver como Pablo pasaba palabra en la U, una
palabra que según él tenía que saber.
Tras
ello, el turno pasó a Julio, y tras acertar la Z con la definición
“perteneciente al zodiaco” contestando “zodiacal”, comenzó
la segunda vuelta contestando correctamente “agenda” hasta el
“contiene la Y”- la vigésimo quinta palabra- donde contesto
“Moncayo” correctamente como buen maño, y a pesar de que nadie
se lo esperara se alzó con el bote. Christian no lo vio venir, y
estaba claro que Pablo iba a soltar algo en la U, pero no le dio
tiempo, Julio- profesor de música en 1º de la ESO- tenía prisa y
como decía uno de los tweets del martes, “A Julio le sonó la
flauta”, ya que también dijo que a sus alumnos les insistía mucho
con ese instrumento musical.
En
casa, todos nos quedamos un poco trastocados. Nunca había pasado que
un concursante nuevo se llevará el bote en el mismo día que el
veterano se quedaba con 24 respuestas correctas, y con la U sin
decir, pero no por falta de tiempo, sino por un bote precipitado a la
vez que justo. Todos esperábamos que fuera Pablo quién se lo
llevase, pero no fue así. El violinista se lleva muchas tardes
divertidas y casi 50.000€ que a buen seguro que le dan para más de
un viaje; quizás no para hacer el máster que quería en EE. UU. y
dar el salto a Hollywood como dijo en su último programa, que era su
sueño, pero sí para darse por satisfecho y para tener casi seguro
su regreso en algún momento.
Pasapalabra
tiene cuatro historias para continuar y una es la de Pablo. Jero
Hernández y Aurora son las otras dos, y la cuarta es la de Rafa
Castaño, que tras ganarle a su hermano en el especial de Nochebuena
de 2015 para volver a tener la oportunidad de concursar, volvió- el
jueves al concurso a pesar de que el bote no fuea tan suculento como
el de hace unos días. Todos tenemos claro que los 318.000€ de
Carlos Adán (meses antes y primer bote de este 2017) y Julio
Escartín no son nada con los 1,8 millones que se llevó David Leo
García, pero tras estar 8 (en su tercera participación
interrumpida) y un programa respectivamente, no se puede pedir más.
¡Enhorabuena
Julio, enhorabuena Pablo! Seguro que les volvemos a ver, a uno en la
tercera edición del BoteMásters y al otro en una próxima
oportunidad, que a buen seguro, la tendrá.
Y
si me lo permitís hoy vamos a alargarnos un poquito más de lo
normal (sin rebasar las tres páginas, ya que es algo que os prometí
al inicio de temporada y me gustaría cumplir) para abordar el último
capitulo de Pulsaciones, que se despidió de la parrilla de
Antena 3 con 1.816.000 espectadores y un discreto 11,4% de share, que
tras el arrastre de la Champions Total del Sevilla (4,4
millones de espectadores y un 24% share) le sirvió para ser segunda
opción de la noche aunque sin pisar los talones a su competidor Got
Talent en Telecinco con la tercera semifinal en directo del
programa conducido por Santi Millán (con la ayuda de Risto Mejide,
Edurne, Eva Hache y Jorge Javier Vázquez).
Es
cierto que el lunes terminaron los Casados a primera vista de
Antena 3 y que pasado mañana (si es sábado) la Cadena de Planeta
estrenará la tercera temporada de Allí abajo, también es
cierto que el lunes supimos en Sé quién eres que Ana Saura
estaba muerta y que posiblemente Elías había sido su asesino, a
pesar de no haber pistas concluyentes. Es cierto también que hace
dos días José Mota volvió a La 1 de TVE acompañado por Bustamante
con una nueva tanda de sketches en El acabose (bastante malos,
por cierto) y que Bertín volvió a recibir en su casa (es la primera
vez que repite invitado) a Miguel Ángel Revilla, presidente de
Cantabria superando el 18% de share. Pero vamos a lo que nos
interesa, a comentar el final de Pulsaciones tras un capitulo,
que de los 10 fue el mejor sin lugar a dudas.
La
semana pasada nos dejaron con la explosión provocada por Hector sin
saber si los protagonistas vivirían para contarlo o no, y el martes
vimos que sí. Excepto Uribe que murió, Álex, Lara y Ariza
sobrevivieron al ataque provocado por “el malo” de la serie.
El
capítulo final estuvo marcado por las trascendentales decisiones de
su protagonista, Álex. En primer lugar, porque se vio envuelto en el
juego de matar de Héctor. Este secuestró a Marian y Blanca, y Álex
solo podía salvar a una de las dos, enfrentándose así entre lo que
le dictaba su corazón y la razón. La misma disyuntiva con la que
tuvo que convivir a lo largo de toda la serie. Finalmente, el
protagonista pudo acabar con la vida de Héctor. Eso sí, con la
inestimable ayuda de Blanca, que momentos antes estuvo cerca de ser
otra de las víctimas del sangriento asesino.
Pese
a estos momentos de tensión, Pulsaciones acabó con un final
feliz. Álex y Lara se despidieron para siempre. Él poniendo rumbo a
Senegal para empezar una nueva vida, y ella quedándose donde siempre
estuvo echando de menos a Rodrigo, su gran amigo.
Como
decimos, Álex decidió marcharse al país africano con Blanca y sin
billete de vuelta. Las pastillas le podían ayudar a dejar de ver los
recuerdos de Rodrigo y volver a su vida anterior al trasplante. Sin
embargó, en los últimos segundos del capítulo, ambos volvieron a
“encontrarse” a través del espejo. Y es que como explicó Pablo
Derqui tras la emisión, en el Tercer Grado, Álex acabó
asumiendo su dualidad.
La
serie de Antena 3 hizo anuncios a las 00.00h y Meritxell Calvo (la
actriz que daba vida a Lara en la serie) dijo vía Twitter que aún
quedaba lo mejor. Lo pudimos comprobar; el asesinato a punta de
pistola de Amaia Siguenza (encarnada por una magnífica Cristina
Marcos) por parte de Rosa (la madre de una de las desaparecidas) y la
posterior reflexión final de Lara: “No estoy de acuerdo con lo que
hizo Rosa, pero lo entiendo. ¿Que justicia podemos esperar de un
sistema corrupto que ampara a los más poderosos? Desgraciadamente,
en muchas ocasiones, la única salida que les queda a las víctimas
es su derecho no lícito a la venganza. Y en el caso de las que
pierden la vida, ni siquiera eso. Rodrigo sí que tuvo esa
oportunidad, pero su corazón lejos de querer venganza buscó
justicia”.
El
capítulo estuvo comentado en todo momento por María Romero y por un
servidor, ya que ambos queríamos que Álex acabara con Blanca, a
pesar de que nos encantó la manera en la que Marian se despidió
para siempre de Rodrigo, aunque su corazón latiera dentro de Álex y
con todas las cuentas pendientes saldadas: “Rodrigo, mi amor, sé
que te fuiste para no ponernos en peligro, que te arrepentiste de
haber cogido ese caso, de irte de nuestro lado, de mi lado… Sé que
siempre me has querido y sé que sigues haciéndolo con todas tus
fuerzas, pero ya es hora de que descanses, de que todos lo hagamos.
Álex tiene tu corazón y yo siempre te llevaré en el mío”
Acabamos,
muy orgullosos del programa de hoy y de todos aquellos que lo habéis
leído. Gracias.
¡Feliz fin de semana!
Comentarios
Publicar un comentario