Hazte oír, pero que no te engañen
Llevamos
una semanas de locos en lo que al tema de identidad de género se
refiere y ya era hora de que me pronunciara acerca de ello.
He
procurado leer mucho y ver más de un video para concienciarme de que
nuestros genitales no determinan si somos hombres o mujeres. Hasta
hace poco tiempo- y según
lo que aprendí en la ikastola-
si os soy sincero, pensaba que era así, pero estaba equivocado.
Vamos a centrarnos en la transexualidad infantil. En
Navarra hay alrededor de 100 menores en esta situación.
Para empezar deberíamos
saber que la transexualidad en nuestra sociedad es una realidad. Una
realidad que se está empezando a visualizar. Lo que nos viene a
decir la transexualidad es el hecho propio de que la especie humana,
las personas, somos hombres y mujeres y no podemos no ser otra cosa.
Tenemos sexo, somos hombres, somos mujeres y efectivamente los
hombres están sexuados habitualmente (que no normalmente) en modo
masculino, y las mujeres mayormente en modo femenino. Pero también
hay casos, que no siendo lo habitual, hay hombres que se sexúan
preferentemente en modo femenino y mujeres que lo hacen en modo
masculino. Pero esto no es más que una muestra más de la diversidad
de la especie humana. Y deberíamos entenderlo así, si no queremos
verlo como un problema, una patología o una enfermedad que no es. El
ser hombre o mujer no es una cuestión de patrones, es una cuestión
de resultados y cada hombre y cada mujer es diferente.
Cuando
hablamos de transexualidad también hablamos de que al nacer,
habitualmente, en nuestra sociedad asignamos el
sexo a los recién nacidos, y habitualmente el sexo se asigna en base
a unos genitales, pene o vulva. Y cuando hablamos de transexualidad
quiere decir que el hecho de ser hombre o mujer es una cuestión de
saberse, de vivirse, de sentirse y de identificarse. Cuando una
persona nace, con la adquisición del habla, empieza a decir si
se identifica o no con ese sexo que se le ha asignado a la hora de
nacer. Y hay casos, que no siendo lo habitual, hay niños que no se
identifican en ese sexo que se les ha asignado. ¿Pero por qué? Como
hemos dicho, el hecho de ser hombre o mujer es una cuestión se
saberse, de vivirse, de sentirse y de identificarse; es decir, es una
cuestión de la consciencia del individuo, de la autoconciencia que
tenemos para saber si somos hombres o mujeres, y eso solo lo puede
decir cada uno, si es hombre o es mujer.
Los
último datos están diciendo que el tema de la identidad sexual, de
saberse hombre o mujer, radica en una parte del cerebro que se llama
la estría terminal. El sexo, el ser hombre o mujer no se elige, se
sabe. Por eso nunca hablamos de cambio. Por
eso la transexualidad puede entenderse y se entiende como un
tránsito, un periodo de cambio, pero no de cambio de sexo sino de
situación social a la hora de vivir. Es decir, el sexo que se les
asignó por los genitales con los que nacieron, al sexo que se sabe a
nivel social que pueden vivir.
Los
último estudios dicen que de
cada 10.000 niños podría
haber uno
en esta situación de
transexualidad.
Efectivamente, la
transexualidad entendida en sí no es ni una enfermedad ni una
patología, sino que estamos viendo que es una realidad que se está
visualizando, y muchísimos niños (y niñas) pueden empezar a decir
que son esos niños (y esas niñas) que se sienten y que se saben,
porque se les está escuchando y atendiendo, porque se les está
haciendo caso y porque se les está ayudando en ese proceso de decir
eso de “yo no soy esa chica que me habéis dicho, soy ese chico que
me sé y quiero vivir como tal”.
Una
de las frases “estrella” de mi querido Pérez- Reverte es esa que
dice que en este país todo disparate tiene su asiento
y cada tonto su momento, y
bien podría atribuírsele a los responsables
de la plataforma Hazte oír.
Hace ya unas semanas
sacaron un autobús naranja con las transfóbicas
frases “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te
engañen” en contra de la campaña “Hay niñas con pene y niños
con vulva” y fueron multados a la vez que el autobús era retirado
de la circulación.
Siguiendo
en sus trece cambiaron el
autobús por una caravana y pusieron sus frases entre
interrogaciones. Fueron multados otra vez y la autocaravana fue
requisada. Por último, han conseguido recuperar el autobús, que
previsiblemente llegará a la capital navarra en pocos días- a pesar
de la negativa del ayuntamiento pamplonés- y esta vez han cambiado
el eslogan por “Los niños/ niñas
tienen… CANCELADO”. También han sido multados.
Hace
justamente hoy siete días El intermedio
de Wyoming sacaba un autobús verde con el eslogan “La identidad de
género no se elige. Que no la elijan otros por ti” y ambos
autobuses- el naranja y el verde- coincidían ante la diosa Cibeles
en Madrid. Que gran eslogan el elegido por el programa de laSexta.
Y
un viernes más llegamos al final del octogésimo séptimo Tras
el valle de Aranaz.
Hace unos días me equivoca al preguntar si estábamos a favor o en
contra de esta
realidad y de verdad
que lo siento. Equivocarse
es humano, rectificar de sabios y pedir disculpas de valientes. Como
siempre, gracias por estar ahí porque ya saben que esto sin ustedes
carecería de sentido y no sería posible.
¡Feliz
fin de semana familia! Gabon.
Y la próxima semana en
TEVDA…
Desafiando al los datos del
programa menos visto de toda la historia de Obama´s Channel hablaré
de La voz kids y de Tu cara no me suena todavía, en
estos instantes (si es viernes) en Telecinco y Antena 3
respectivamente.
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