La esperanza y la alegría de la Navidad
La
Navidad llega cada año como un susurro de magia que transforma lo ordinario en
extraordinario. En medio del ajetreo y las luces centelleantes, nos detenemos
para recordar el verdadero espíritu de estas fechas. Como dice el villancico,
"Noche de paz, noche de amor, todo duerme en derredor", esta es una
época para encontrar calma en un mundo que tantas veces parece agitado.
La
música navideña es un puente que conecta corazones. Las melodías que entonamos
han viajado a través de generaciones, llevando consigo mensajes de esperanza y
amor. "Venid, pastorcillos, venid a adorar, al Rey de los cielos que ha
nacido ya", nos invita a reflexionar sobre la humildad y la grandeza de un
nacimiento que cambió la historia.
En
estas fechas, las familias se reúnen, las diferencias se desvanecen, y se
encienden hogueras de amor y reconciliación. Incluso la naturaleza celebra este
milagro de vida como nos recuerda el conocido por todos “pero mira como beben
los peces en el río”.
La
Navidad también es tiempo de dar. Los regalos no son solo objetos envueltos en
papel brillante; son gestos que dicen "te quiero". Como canta
"Campana sobre campana, y sobre campana una", los regalos que más
importan no tienen precio: una sonrisa, un abrazo, una palabra amable.
Sin
embargo, la Navidad no siempre es fácil para todos. En algunos hogares, el eco
de las risas pasadas resuena con un matiz de tristeza. Aquí es donde se hace
más importante el mensaje de "Feliz Navidad, próspero año y
felicidad", una promesa de que la vida, como las estaciones, también trae
renovaciones y comienzos.
En la simplicidad de un pesebre encontramos el más profundo de los significados. "El tamborilero" que va marcando con su viejo tambor el camino que lleva a Belén porque “nada mejor hay que pueda ofrecer”, nos enseña que no importa cuánto tengamos, lo que importa es cuánto de nosotros mismos estamos dispuestos a ofrecer.
La
Navidad nos invita también a mirar hacia adelante. "Los pastores a Belén
corren presurosos", y como ellos, podemos correr hacia nuestras propias
esperanzas, dejando atrás el miedo y abrazando la fe.
Es
una época que enciende las estrellas en los ojos de los niños. "Navidad,
Navidad, hoy es Navidad, es un día de alegría y felicidad", cantan con
entusiasmo, recordándonos que la verdadera magia de estas fechas radica en ver
el mundo con el asombro de un corazón inocente.
Aunque
los días de fiesta terminan, su espíritu puede durar todo el año. La
"Blanca Navidad" nos recuerda que cada día puede ser una nueva oportunidad
para crear un mundo más cálido y brillante.
Así,
entre luces, villancicos y abrazos, la Navidad sigue siendo un recordatorio
eterno de que, incluso en las noches más oscuras, siempre hay una estrella que
nos guía hacia la esperanza, el amor y la paz.
Dios
se hace niño.
Nos
vamos, deseándoos que paséis una gran Nochebuena y una mejor Navidad. El
viernes que viene, os traeremos el desfile de Olentzero el día 24 por la calles
de la capital navarra.
¡Feliz
Navidad y próspero año nuevo familia! Eguberri on!
Aranaz, Joseju (@jjaranaz94)
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