Diario de una JMJ (X)
Soñemos y hagamos soñar
Lo
dejábamos hace 14 días (aquí) hablando sobre que era un decir que nos habíamos juntado
con los jóvenes que habían optado por ir a la piscina, así que retomamos desde
ahí.
La
cuestión es que, entre las Chaverri, Cristina Sagués, María Perdón, Sor Mary
Luz, Sonia Ginesta y un servidor, ha habido discrepancias entre juntarnos con
ellos para tomar algo o no y aunque yo fuera uno de los que quería seguir a
nuestro rollo, al final he sido el único que se ha sentado con Laura Lizarraga
Dani Bretos y Jaime Torres (¿o ha sido Ángel Notario?- vaya duda más tonta
ahora…-) a compartir una caña que ha pagado Marina Azcona y ya se la pagaré
mañana que tengo muchas monedas pequeñas.
Después cada cual ha seguido su camino y nosotros (ellas y yo) nos hemos ido a cenar a un sitio que nos ha convencido. Hemos cenado una especie de buñuelo o croqueta de bacalao y después de la ensalada mixta y antes del postre, todos nos hemos comido un trozo de bacalao encebollado con patatas que debe ser un plato muy típico- tan típico como las aceras tan bien (como irónicamente) empedradas. Confírmanoslo Claudia Valente- lo del bacalao, lo otro ya habrá tiempo de desgranarlo más adelante-. Nada del otro mundo, pero por 14,60€ ha estado bien.
Entre otras cosas, María Perdón nos
ha pedido a Cristina y a mí que hablásemos euskera un poco para ver como sonaba
(y para confirmar que no entendía nada) y así ha sido. No sé en qué momento
también hemos hablado del lugar en que estábamos cada uno el 30 de octubre de
2008 a las 10.00h de la mañana, que fue cuando ETA puso una bomba en la
Universidad de Navarra después de que la Ertzaintza hubiera desalojado la UPV
de Vitoria porque la llamada alertando del artefacto había sido a la DYA
alavesa, pero poco más.
Hemos vuelto a casa en Volt, una especie de taxi, a un precio
que no me han dejado pagar por lo poco que era, y a eso de las 22,00h nos hemos
juntado en el jardincito para que Chisco Ahechu nos explicara el plan de mañana
(¡que nos vamos Fátima, por cierto!) y rezáramos como anoche con las manos
entrelazadas (voy a omitir la conversación con Juan Pablo Valencia en este
momento).
Después
me he duchado (que lo había pospuesto esta tarde y ya era cuestión de higiene)
y nos hemos ido a la cama- un decir excepto para Laura Samaniego y Alberto
Iricibar, que nos miraban por encima- a pesar de que en ese momento han
empezado a sonar fuegos artificiales los cuales nos han impedido dormir. Tanto
es así, que Isa, al final, ha decidido levantarse para verlos y es cuando justo
se ha hecho el silencio. Lógicamente, hemos empezado a hablar de tonterías
varias y ha tenido que venir el párroco
de Mendillorri para asomar la cabeza por nuestra tienda y pedir silencio. Vaya
tela…
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