La verdad sea dicha, los días de Carpa siempre cuesta menos levantarse, sean las 06,45h de la mañana y aunque las calles aún casi no estén puestas. Normalmente nos pueden dar las 09,00h o las 10,00h en la cama, pero dos veces al año por lo menos- auroras aparte-, la pereza se deja a un lado para bajar- o subir, cada cual depende desde donde vaya- a la Ciudad Deportiva Amaya. Pues eso, que para allí, a las 07,50h de la mañana salimos Iñaki ( @aranaz96 ) y servidor ( @jjaranaz94 ) de casa, para coger la villavesa, ya que a esas horas, las piernas no es que funcionen del todo bien. Y nada más salir de casa es cuando nos pasó el primer hecho “insólito“ por lo menos para mí. Vimos a esa vecina y amiga de nombre María- creo recordar- ( @mariagarate3 ) que aunque como dice Melendi vivamos- como quien dice- persiana contra persiana las veces que nos juntamos al cabo del año las podamos contar con los dedos de una mano. Y digo “juntarnos”, porque no todas las veces que nos juntamos n...