Segundas oportunidades
Mirad que lo había ensayado frente al
espejo, mirad que había empezado diciéndoles que tenía una buena noticia (iba a
volver la tutora con la que habían estado todo el curso), pero siempre he sido
un blando, y claro- sin pretenderlo-… me han hecho emocionarme, y por tanto,
llorar.
Lo que en un principio les dije no fue
nada emotivo, pero ver el llanto desconsolado de tres de las mejores alumnas
que he tenido durante estos últimos casi tres meses en el Colegio Público Ángel
Ganivet de Vitoria – Gasteiz, porque me iba, hizo que me rompiera. Era la
primera vez que daba clases en Euskadi. Había sido el retorno, tras dos años,
de volver a ser tutor. Y a pesar de los pesares, ha sido la primera vez que
unos alumnos a los que orgullosamente he podido tutorizar han hecho que me
emocione.
“Yo me he puesto triste porque no
quiero que te vayas. Aunque a veces no nos dejes hacer algunas cosas eres muy
buen profesor y creo que eres una persona con muy buenos estudios (el léxico de
esta alumna con solo ocho años me abruma, tendríais que haberla conocido). También
eres muy majo. Por eso mismo no quiero que te vayas. Siento haberte hecho
llorar. Buena suerte” me ha escrito en un papel E.M.
Y que tus alumnos coreen tu nombre y te
canten eso de “Julio quédate, Julio quédate” es algo te llega. Puede que el ver
una película mientras comiéramos palomitas también ayudara a todo ello, pero considero
que tras casi tres meses era de recibo tener ese pequeño detalle con ellos.
“Te estás intentando hacer el duro” me
ha dicho J.M. cuando dos de los alumnos me han dado bolsas con morronerías
varias las cuales mis padres creo que agradecerán. Y claro que te intentas
hacer el duro, pero no lo consigues. Y que ya, se te acerquen dos padres para
darte las gracias en persona es algo que no puedes asimilar.
“A
ver Julio, te diré un truco: en vez de llorar tienes que respirar y soltar el
aire, porque a nadie le gusta verte llorar. No llores nunca más porque si no yo
me pongo triste y comienzo a llorar. Please Julio, no llores nunca más. Solo
quiero ver la sonrisa más bonita que conozco que es la tuya. No llores” me ha
escrito S.B. justo después, y claro, has tenido que salir del aula porque una
cosa es soltar unas lágrimas y, esto ya es otro nivel.
Pero
como todo no es de color de rosa, M.C. ha querido reconocer que “hemos sido
insoportables y me hubiese gustado darte golosinas. ¡Te queremos! Espero que te
cuides y que nos volvamos a ver. Te extrañaré bastante”.
Pero
es imposible resumir tres meses en tan poco espacio.
Es
complicado asimilar que tus alumnos te digan que has sido el mejor profesor que
han tenido hasta ahora (cosa que pones en duda, pero bueno…), que han estado
muy contentos contigo porque eres el mejor, que querían que te quedaras más,
que es muy triste que te tengas que ir, que te echarán de menos o, simplemente,
que te quieren.
Z.
H. también me ha querido reconocer que “no gritas, aunque alguna vez lo
tendrías que hacer. Nunca estás enfadado. No nos echas la bronca y la
sustituyes con puntos rojos. Hablas con nosotros cada vez que hay un problema”
y es algo que agradeces.
A
S. B. le ha parecido poco lo primero que ha escrito y por eso ha querido añadir
también lo siguiente: “No quiero que te vayas. Quiero que nos recuerdes a todos
porque, por lo menos, así no me pondré triste. Tú tampoco estés triste; siempre
feliz. Siempre estuve contigo y a tu lado. Lo que te deseo es que siempre estés
bien. Todas nosotras queremos que no te vayas. Todas te extrañaremos y te
quiero pedir perdón por si alguna vez haya hecho algo mal. Gracias por todo.
Eres gracioso, amable y divertido. Ojala te quedes pero no puedes. Por mí, me
hubiera quedado todo el curso entero contigo. Siempre votaré por ti”.
Y
yo “votaré” por vosotros. Acabáis de terminar 3º. Nos volveremos a ver; estoy
seguro.
PD:
Y un año después, gracias al azar de volver al cole para hacer diferentes sustituciones,
claro que nos hemos vuelto a ver. Y el abrazo colectivo que me han dado todos
nada más entrar en su clase para saludarlos- y el shock de su tutora actual
tras ser espectadora en primera línea- da fe de todo ello.
Volvemos
la semana que viene, el domingo, 7 de julio, para traeros la procesión de San Fermín por las calles de Pamplona / Iruña y cerrar temporada.
En
septiembre, más, para celebrar nuestro 10º aniversario. ¡Feliz verano familia!
Aranaz, Joseju (@jjaranaz94)
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