A los compañeros de Mancoeduca (y II)

 

                Ha sido un año fantástico. Fantástico y lleno de experiencias que me llevaré para siempre; os lo digo de corazón. Y me duele haber renunciado porque todo lo que he vivido durante este año gracias al programa educativo de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona no las he vivido como maestro. Considero que siempre estaré en deuda con Mancoeduca. Con las personas que lo forman, por todo lo que me han dado. No os hacéis la idea de lo tanto que me ha llenado el corazón ser educador ambiental.

               Y es cierto que no hay nada comparable a ser tutor de una clase, pero el haber sido educador ambiental me ha brindado la oportunidad de volver a sentir esa felicidad de cuando me estrené en esto de ser maestro como tutor de 6º de Educación Primaria en el Alaitz de Barañáin.

               Y me da pena haber renunciado porque la magia de que unos críos empaticen contigo desde que entras por la puerta hasta que te vas es indescriptible. Y que la tutora de un curso te haya tenido que dar una abrazo porque ve que el estar en su clase te ha tocado la fibra (siempre he sido un blando) es algo que todavía te emociona más que tu propia labor. Me da pena dejar atrás tanta felicidad.

               Pero esta noche, y al hilo de donde lo deje hace 15 días, voy a dar los nombres de todos y cada uno de los compañeros (jefa incluida) que han hecho que esta experiencia vaya a ser inolvidable. Espero que no se me olvide nadie, que tampoco somos tantos.

               En primer lugar gracias a Mar, por darme la oportunidad. En segundo lugar a Ana, por sus directrices a la hora de intentar mejorar día a día. Y en tercer lugar gracias también a Oihane (la que podríamos decir que está en el call centre), que igual más que las gracias tocaría pedirle perdón por volverla loca con mis peticiones sobre talleres, cursos y colegios que le he hecho a título personal. Se me han concedido la inmensa mayoría de ellas, por no decir todas.

               Soy consciente de que nunca es posible conocer a todos los compañeros (y compañeras,- que se note el taller de igualdad que tuvimos al inicio de este curso 22/23…-) al mismo nivel, y aunque haya tenido la ocasión de trabajar con todos (Txibi, Arantza, Maider, Unai, Garazi, Ainhoa, Leire…) no he compartido muchas actividades con ellos. Gracias también a vosotros.

               Pero faltan dos; Iker y Julen. García y Paternáin, que son con los que más tiempo he compartido.

El primero es el que, personalmente, creo que más me ha conocido y sé que es el que más se ha alegrado por mí, ya sabe el por qué. Y me quedo con lo que me dijo una vez, que ya era un educador ambiental más (¿semi- senior?).

Y del segundo… ¿qué podría decir? Que ha sido mi pareja por excelencia a la hora de hacer actividades conjuntas. Poco se habla de cómo hemos conocido la vida del parque fluvial de Villava (las pérgolas, las flores, los murciélago y ardillas…), de las veces que hemos hecho papel reciclado (para que se pudiera usar como si fuera un papiro) o de los speaches en la pasarela de Eugi, las visitas a la potabilizadora de Urtasun (¿debería hacer referencia a la maqueta en este punto?) y terminando en Mendillorri. Como voy a echar de menos eso de ver la casa cubierta de enredaderas en cada viaje; supongo que no tardarán mucho en volver a vestirse de verde.

Me llevo todo. Ojala la vida y este mismo programa educativo, nos brinden la oportunidad de volver a vernos y volver a trabajar juntos por y para la educación ambiental. Tras casi un mes, no hay cosa que me haría más ilusión en un futuro.

Muxu handi bat guztioi, y como me dijo Unai, si no nos vemos antes, os espero el domingo, 7 de mayo en la pamplonesa Plaza del Castillo, celebrando el primer título de Osasuna.

Gabon queridos.

PD: Me voy a andar 😜, que aunque este fin de semana nos vayan a quitar una hora (en la madrugada del sábado al domingo a las 02.00h serán las 03.00h) hoy todavía queda día por delante. 

Joseju Aranaz (@jjaranaz94)