El otro día, y con motivo del inicio del Adviento, les pregunté a los niños a los que doy catequesis a ver si sabían qué es lo que era. Y claro, ellos me miraron como miran las vacas al tren; todos menos una niña, que me contestó: “es un calendario desordenado con chocolatinas dentro de los números”. Os podéis imaginar mi sonrisa y tener que decirle que sí porque, en parte, tenía razón. Un poco del estilo del concurso que organiza la Escuela de Idiomas por estas fechas. Aquí en vez de chocolatinas (o piruletas) hay preguntas y, como a ella le hace ilusión que la nombre, os diré que este año estoy participando junto a mi compañera Camino Zorraquino (por primera vez en el blog). Os cuento esto porque me parece una anécdota agradable, de esas que aunque a vosotros os parezca que no, le dan sentido al TEVDA en cierto modo. Hace dos cursos, los días que no me sentía mu...