Y los sueños... sueños son
Tengo
un amigo que dice que con el caer del sol empieza el nuevo día y es
posible que mi fin de semana empiece cada viernes a eso de las
22.15h; con el TEVDA. Vale, es cierto que llevo dos viernes
estrenando a las 19.00h y razones, haberlas haylas.
El pasado día 22 Osasuna jugó en El Sadar y cualquier socio os podrá decir que los datos de los dispositivos móviles dentro del feudo rojillo funcionan entre mal y peor; y el viernes pasado los jóvenes de la parroquia nos juntamos para cenar y celebrar la vida, o para brindar por un amigo que se ha sacado a la primera las oposiciones a juez. Por ambas razones. O por ninguna. Por lo que fuera.
Pero hoy ya volvemos a la normalidad.
Para mi son las 21.01h de una tarde lluviosa de domingo; 31 de octubre exactamente. El pasado domingo para vosotros y por culpa del cambio de hora, o por lo que he soñado, me he despertado para las 06.00h de la mañana.
Ríos de lava recorrían Carcastillo, el pueblo entero (con Koldo Esteban y tita Ana entre los presentes- no me preguntéis el porqué-) corría hacia los coches que estaban situados en un secarral a las afueras del pueblo (no sabría situarlo en la realidad), al mismo tiempo que mi padre y un servidor asistían a un hospital ficticio porque mi hermano había caído en las garras de la heroína y por fin lo conseguíamos sacar del hospital. Hermano que por cierto, al llegar a un portal desconocido se volvía mujer y mi padre me pedía que subiera con ella a casa. Todo muy extraño.
Pero así son los sueños, raros, extraños: ficticios. Encima lo de la vecina empieza a ser un sueño sugerente (como el de correr y no avanzar que a mi me suele pasar con el toro de fuego) ya que siempre tiende a subir con nosotros en el ascensor un hombre mayor y la mujer (que supongo que será amiga mía) siempre intenta hacer un triple intercambio de llaves entre los tres para que no podamos entrar a su casa una vez nos bajemos del ascensor. ¿Por qué será? Al final siempre termino en casa de tita Ana a la cual accedo después de bajar una gran cuesta; como si fuera a acceder a un garaje que no conozco.
En fin… Paranoias aparte, y tras estar hasta las 08.30h dando vueltas en la cama, me he levantado y lo primero ha sido hacerme un análisis para ver los parámetros en los que andaban la glucosa y el colesterol. He desayunado mientras leía la prensa del día y me ha tocado dar catequesis tras haber decidido no hacer puente.
Tras ellos he subido a casa de mi abuela paterna para felicitarla por su 91º cumpleaños, pero de eso, y del regreso de Leire Muñoz con la segunda temporada de su blog Que no salga de aquí, os hablaré la semana que viene.
Volvemos en siete días.
¡Muy feliz fin de semana queridos!
Joseju Aranaz (@jjaranaz94)
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