La semana pasada lo dejábamos dejando bien a Maite Val y despidiéndonos de Marta Monreal en el colegio (recuérdalo aquí ), así que hoy retomamos el escribir desde ese punto. Después de que el autobús nos deje donde puede, nos toca coger el metro, pero aquello está a reventar. No te preocupa reconocer a un par de personas un poco más adelante de lo que estás tú, ya que lo único que quieres es coger el metro. De la gente que hay, estamos más de una hora esperando hasta que logramos entrar en un vagón, porque han estado venga pasar, pero todos van llenos hasta la bandera. Salimos del metro y aunque consigamos respirar un poco más, el sol cae implacable sobre Lisboa, abrasando el asfalto y rebotando su calor en las fachadas blancas de la ciudad. Es mediodía y el aire se espesa con la multitud que avanza, paso a paso, en dirección a la Campa da Gracia, donde el Papa celebrará esta noche la vigilia de esta JMJ. Una marea de todas la edades- no solo jóvenes- caminamos con mochil...