Tras el valle de Aranaz

Cuando las cosas van bien se dicen, se dan datos y nos regodeamos en ellos, pero no siempre ha sido así. Empezamos el sexagésimo sexto programa y está claro que nos hemos asentado en la parrilla de Obama´s Channel con comodidad. Hemos sido programa de referencia (el año pasado sobre todo), pero no ha sido todo un camino de rosas. Ha sido difícil, complicado, pero con esfuerzo lo hemos sacado adelante. Y digo “hemos” porque esto no es solo trabajo mío. Tenemos 220 lectores de media cada semana (contando solo los lectores de esta temporada, que llegarían a los 300 sin ningún problema si contáramos los artículos de la pasada campaña). Ya veis que esto también lo habéis sacado vosotros adelante, lo creáis o no. ¿Os he comentado alguna vez cual ha sido el programa menos visto de Tras el valle de Aranaz ? Pues fue el tercero de la tercera temporada, el trigésimo quinto, y no digo cuantas visitas tuvo porque me da vergüenza. Solo os diré que no llegó a las 10 visualizaciones. Fracaso e

Era el lunes de la semana pasada cuando a las 22,30h (a pesar de estar anunciado para antes de las 22,15h) arrancaba la nueva era de El A ltavoz de Obama´s Channel. Era el decimonoveno y todo estaba a favor. Unos colaboradores de lujo como Marcos Fernández y Asier Lakidáin y una colaboradora que a mi personalmente me encantó; Saioa Dominguez.   La gente que me conozca bien y haya escuchado los dos último programas de El Altavoz (la vigésima entrega también con Hugo Fernández) , seguramente piense que esté de broma, pero no es así. A Saioa lo único que le podría discutir es el tema “Arturo Pérez- Reverte” que a mí, personalmente me encanta- por lo que “todos y todas” sabéis- y Saioa lo aborrece. Tengo pensado hacer un programa sobre ello, sobre lo del género a la hora de hablar en español, pero será más adelante, o no, según me caliente. Hoy solamente voy a decir, que a mi entender la lengua no es sexista, sino que los propios hablantes son los que han decidido hablar como se hace

Os voy a confesar una cosa. A lo largo de mi existencia he empezado a escribir tres diarios. Y sólo he logrado empezarlos, sí. El primero en el año 2007; lo guardo con cariño, pero jamás lo terminé. El segundo hace dos años, cuando me tocaba acompañar a mi abuela al hospital, era verano y ya os dije hace dos viernes que no era mucho de leer, me iba más el escribir, y el chulo de mi decidió escribirlo a ordenador. La cuestión es que la madre de un servidor borró “por error”- en fin…- todos los archivos del ordenador y todo se perdió. ¿Y no se quedo en la papelera de reciclaje? No seáis tan listillos por favor os lo pido. Ingenuos... Mi madre consiguió que la papelera de reciclaje se volatizara y yo creo que ha sido la primera en conseguirlo. Total, que de los cuatro ordenadores que tenemos uno está inutilizado, por que solo se puede encender y apagar. No existe nada. Por no existir no está ni el buscaminas. Y el tercer diario lo empecé a escribir este pasado verano; el 16 de ju

Y la próxima semana... La situación política actual tras el debate de investidura fallido dela semana pasada y unos favores un tanto especiales.

Estoy. Ya sabéis que soy mucho de deliberar conmigo mismo y esta vez no iba a ser diferente. He estado varios días intentando buscar una buena palabra para dar comienzo a esta cuarta temporada de Tras el valle de Aranaz y la que he elegido me parece magnífica. Estoy, que como dice mi abuelo, no es poco. Ya sabéis que la temporada pasada terminé con dudas respecto al futuro que tendría este programa, pero supongo que sería desgaste. Durante el verano he vivido diferentes aventuras que me han hecho recapacitar y esto ha hecho que hoy nos volvamos a reencontrar. No podía ser de otra manera. Muchas veces se dice que uno tiene que saber cuando terminar un programa y aunque veo realmente difícil mejorar- incluso alcanzar- los datos obtenidos durante el año pasado, estoy aquí para ello. Aun tengo muchas cosas que contar y no sólo televisivamente hablando. Traigo nuevas historias y nuevos protagonistas. Nuevos reportajes y nuevos sitios por descubrir. Me gustaría descubriros la llamada