Diario de una JMJ (XI)
Lunes, 31 de julio
Pasa
un minuto de las 11.00h de la mañana y ya estamos montados en el autobús que
nos llevará a Fátima. Me escribe mi padre diciéndome que hay 246km (unas 3
horas), pero tras parar poco antes de las 13.30h, no hemos llegado a Fátima
hasta eso de las 14.30h.
Hemos comido en un descampado, entre un montón de autobuses, y a las 15.15h ha dado inicio la misa. Estaba planteada para las 15.00 en la capilla donde parece ser que se apareció la Virgen, pero después de comprobar la cantidad de gente que había, han decidido pasarla al altar mayor, donde, por suerte, un servidor está en primera fila. A mi lado María Perdón, y un poco más a la derecha Laura Lizarraga entablando relación con unas chicas que parecen francesas.
El
calor es insoportable, y que la misa sea en cinco idiomas, por lo menos- si no
cuento mal-, la hace soporífera. Chisco se ha puesto con el resto de sacerdotes
delante de nosotros y verlo con gorra de rapero (hacia atrás) hace que sonrías,
pero es algo momentáneo. El agua que lleva desde el punto de la mañana en la
botella no ayuda mucho a soportar el ambiente y, aunque el móvil diga que hace
23ºC, al sol, y sin pizca de aire, la temperatura parece bastante mayor.
A
las 18.15 nos hemos vuelto a montar en el autobús y nos espera 1h 30´ hasta
Cascáis (pero con los autobuses y la gente que hay serán dos horas fácil), que
será donde nos alojemos; en una de las casas de los Salesianos. Agradeces el
aire acondicionado del bus, pero ahí está Marta Monreal, a tu lado, para
decirte a ver si te importar cerrar las escotillas, porque tiene frío.
¿Qué
le puedo decir? Que una foto nada más quedarse dormida (que haberla hayla-
aunque no de este viaje-) tampoco me hubiera parecido tanta maldad. Por suerte,
me conformo con volver a abrir las escotillas y que el aire acondicionado me dé
en la cara.
No
hay tiempo para más. Volvemos en siete días. Gabon queridos.
Aranaz, Joseju (@jjaranaz94)
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