Orgullo docente

 

Hace unas semanas, una compañera de carrera me comentaba lo orgullosa que se sentía de la mayoría de los alumnos que había tenido en su corta vida profesional como maestra, y la entiendo. Es enorme el orgullo con el que muchas veces podemos decir que has sido el tutor de ciertos niños, que los has tenido como alumnos y que a pesar de que pasados unos meses no se acordarán de lo que les enseñaste siempre mantendrán tu esencia.

Lo hablaba el otro día con mis abuelos maternos mientras me brillaban los ojos, y es quizás por eso, lo enternecedor que me pareció que uno de los niños a los que catequizo fuera el otro día acompañado por su abuelo a la iglesia. Antes de empezar me dijo lo contento que venía su nieto, porque hacían “muchas cosas” que no había querido especificar al abuelo y le gustaban las historias que les contaba en los 45´ que tenemos antes de entrar a misa.

Me gustó porque me vi a mi mismo, años atrás, reflejado. De la mano de mi abuelo, llevándome y trayéndome de aquí para allá, de ir a misa juntos, a las auroras o la procesión de Viernes Santo en Carcastillo, esperándome en la parada del autobús de la ikastola… De todo ello me siento orgulloso.

Una vez escribí en el blog que como se dice por ahí “uno no sabe que está viviendo el momento más feliz de su vida mientras lo está viviendo”, por eso veo que Pablo (nombre ficticio del alumno de catequesis) no se está dando cuenta de la suerte que tiene.

Pero aparte de ello, no sabéis el orgullo que supone haber tenido a los 14 niños y niñas con los que me estrené en esto de ser maestro. Lo feliz que fui aunque no me diera cuenta del todo.


Cada vez se hacen más los duros- con 15 y 16 años no puedo esperar otra cosa-, pero cuando salgo a correr y nos juntamos por Barañáin nos saludamos con afecto y cariño, aunque no os lo vayan a reconocer en público.

Por eso, entre las muchas cosas que recuerdo, podría nombrar las clases que dedicamos a final de curso a que, poniéndose por grupos, dibujaran su propuesta para anunciar las fiestas de Barañáin en la categoría infantil. Lo importante fue que quisieran participar en todas las actividades propuestas y que su empeño e interés en esta fuera el mismo que en el resto que tuvimos la ocasión de compartir a lo largo del curso 2019-2020. Que en esta hubiera premio y que ganarán (las cuatro chicas de la foto empezando por la derecha- L.C., V.O., N.N. y A.C.-), porque nadie lo dudaba, es anecdótico. El orgullo es haber compartido cinco meses con ellas.

Volvemos en siete días. Gabon familia.


Joseju Aranaz (@jjaranaz94)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mariposillas en el estómago (o algo así)

A mis abuelos; a los cuatro

"Alba" (crítica)